Luis Javier Crisóstomo - El presente para mejorar el futuro

Es importante reflexionar sobre lo que sucede el día de hoy. En la cotidianidad del hogar tenemos que ser optimistas para que se vivan los valores que fortalecen el respeto, la admiración, el afecto y el aprecio por los que integran la familia. Madres y padres deben usar un lenguaje que admira y agradece la vida, reconoce el equilibrio al interior de la familia, se esfuerzan por promover diálogos con base a modelos próximos que se refieren a la honradez y la justicia. Con lo que se vive hoy, estamos construyendo el futuro que deseamos, ese futuro solamente tiene posibilidades con los esfuerzos del presente, puesto que las niñas y los niños de hoy pronto serán adultos.

Hoy es un buen día para analizar las acciones que fomentan el odio, el menosprecio, las humillaciones y el maltrato en casa con el objetivo que no se repitan en el futuro.  Lo que hoy es común en el ambiente familiar seguirá igual en los días que vienen porque con base al ejemplo se educa. Si los miembros de las familias practican la mentira, el robo, la hipocresía y el aprovechamiento de los bienes de otros pues solamente indica que estas prácticas seguirán en el futuro.

Si las familias de hoy dedican tiempo para revisar las acciones y el actuar de las autoridades locales, departamentales y del más alto nivel, están aportando para ver de cerca los efectos y la evolución de hechos de corrupción, impunidad y enriquecimiento ilícito que suceden constantemente y los efectos al desarrollo de la población guatemalteca. Por el país que deseamos, hay que hacer un esfuerzo porque todos los días estén presentes los hechos que demuestran honradez, justicia y democracia. En las familias es sano cuestionar el funcionamiento de las organizaciones e instituciones que están presentes en el ámbito local, municipal y departamental con el objetivo de que las futuras generaciones crezcan con una visión que hace de la observación, la crítica y de la propuesta para el desarrollo de la población más necesitada.

Nosotros deseamos heredar un buen futuro a las nuevas generaciones, necesitamos heredar un país libre de condiciones negativas como la violencia, la persecución y la exclusión.  Hacemos el esfuerzo de imaginar un Estado que funcione para alcanzar el bien común.  De esta manera, toda la población guatemalteca debería estar atenta de todos los acontecimientos políticos y económicos que suceden día a día nada más por el hecho de que entre todas y todos se debe demandar los servicios que tienen impacto en la salud y educación de las personas. Está claro que el Estado para cumplir con el mandato delegado por el pueblo no debe infundir miedo, no debe recurrir a la fuerza, no debe tomar partido por quienes avanzan sembrando terror solamente porque tienen la voracidad de aumentar su patrimonio.

No genera paz y armonía la justicia acompañada con fuerzas que reprimen a la población que vive en condiciones de pobreza, encarcelamiento de líderes locales y regionales por el hecho de estar al frente de acciones que conservan la tranquilidad y la vida en las comunidades. Hay que revisar hoy las condiciones que originan estas acciones de manera que no deben repetirse en el futuro.  Necesitamos estar conscientes de que el futuro cercano debe estar libre de corrupción, violencia y exclusión y por eso las generaciones adultas del presente deben asumir la práctica de valores como la honradez, la convivencia pacífica, el vivir juntos, el respeto a todos los seres vivos que tienen mucho que sostener la vida de hoy para heredarla en mejores condiciones para otras generaciones.

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