Beatriz Villarreal - El pensamiento complejo según el filósofo y sociólogo francés E. Morín
En conocimiento y la ciencia cada vez más expanden sus límites ante los nuevos hechos que lo requieren para analizar, dentro de la globalización y la complejidad actual, la presencia de problemas, temas, procesos o fenómenos que ponen en evidencia la incertidumbre que le generan a la vida y al pensamiento. El concepto de incertidumbre está tomando centralidad para conocer, estudiar, investigar y resolver fenómenos como el consumo masivo de botellas plásticas, o el cada vez más escaso número de puestos de trabajo que genera la economía, hasta teorías de diversa naturaleza como el cambio climático, el concepto de valor-trabajo junto a las nuevas dificultades que se enfrentan para la creación de riqueza. Su actualidad tiene que ver y está relacionado con problemáticas que sufren grupos como son los pequeños pescadores o los asalariados agrícolas.
La complejidad debe ser abordada por la educación y la economía ante la limitación de las respuestas que generan los conceptos desarrollados hasta ahora, al tener que vencer los límites para lograr sus objetivos adecuadamente. Cada vez más bajo el enfoque de la incertidumbre se está incorporando la perspectiva de la inseguridad que generan algunos fenómenos. Son considerados parte o temas de estudio de los complejísimos problemas que están ocurriendo en el mundo como las guerras, la violencia, el narcotráfico, desempleo, la sequía o el hambre. Las conclusiones y resultados necesarios requieren conocimientos nuevos de mayor profundidad que abarquen diferentes expresiones e involucren disciplinas capaces de explicar sus características así como ubicar sus orígenes, causas y potenciar sus soluciones.
El autor francés Edgar Morín define a la complejidad como un tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones y azares que conforman el mundo real como los rasgos necesarios para ordenar lo inexplicable, el desorden y la ambigüedad donde la certidumbre es parte de las estrategias a construir para lograr entenderlos, descifrarlos y explicarlos. La complejidad es vista como la búsqueda de certeza en algunos sistemas económicos-sociales. Por ejemplo, son analizados, donde la dirección a tomar está determinada o relacionada por el azar o la inseguridad, no por la certeza ni por la continuidad como se hacía hasta ahora.
El pensamiento complejo integra la incertidumbre en busca de la organización dentro del contexto global que reconoce, a su vez, lo concreto y singular. Esto puede observarse en algunas investigaciones que se hacen de eventos o sobre fenómenos sociales actuales. Son abordados tomando en cuenta este lado incierto o desconocido. El pensamiento complejo tiene su origen en nuevos conceptos, nociones, descubrimientos y reflexiones que pueden reunirse en una tarea cultural histórica. Esta tarea es el desafío y el camino para la construcción de lo nuevo. Para lograrlo es necesario reaprender, concebir, pensar y actuar. Se requiere de una nueva epistemología como una nueva manera de llegar a conocer y abordar esta problemáticas, y, sobre todo con una nueva ética que valora o incluya a la incertidumbre como parte del estudio. Esta perspectiva de la complejidad da origen, amplía las miradas y perspectivas sobre la realidad social, política, cultural y económica al tomar en cuenta las relaciones singulares como es la nueva ciudadanía terrenal que hay que construir. En el sentido de que todos (as) tenemos que valorar, aportar y construir para obtener esas nuevas respuestas.
Morín considera que la tecnología con las teorías de la información es una perspectiva profunda que tiene capacidad para superar esa incertidumbre, lo inesperado o lo sorpresivo. Pues la información es organizadora, y con más potencial si se apoya en la cibernética que es la teoría de las máquinas autónomas (inteligentes) y la teoría de sistemas de la autorregulación utilizando el diálogo, el uso de recursos como el holograma o imágenes. Estos tres principios dan fuerza al pensamiento de la complejidad para hacer es posible incorporar las partes al todo, si se articulan los principios de: a) orden-desorden, b) separación-unión y, c) autonomía-independencia. Porque en la base de este discurso está la transdisciplinariedad (relaciones entre todas las disciplinas), la reconstrucción y al centralidad del sujeto como productor de conocimiento. Requiere que la mente humana esté preparada para el ejercicio de la lucidez y para producir e interpretar conocimiento. La condición humana debe ser el objeto esencial de toda educación. Estudiar la identidad terrenal capacitando para enfrentar la incertidumbre utilizando el incremento del conocimiento que se está produciendo en el siglo XXI. Con el desarrollo de la ética del género humano (todos y todas) para fortalecer la relación individuo-sociedad-especie por medio de la democracia que concibe a la humanidad como una comunidad planetaria.