A vivir el 2019 por Luis Javier Crisóstomo

Con responsabilidad, buena dosis de paz y armonía en los hogares guatemaltecos porque corresponde a las familias aportar para la continuidad del plan de vida familiar donde son tomados en cuenta los abuelos, padres y madres, hijos e hijas. Es el esfuerzo de dar a cada quien de manera responsable lo que le corresponde. Con un ambiente lleno de alegría, de diálogo ameno entre las generaciones y de reflexión conjunta para seguir significando cada hecho que fortalece la unidad familiar. A trabajar arduamente porque nuestros hijos e hijas tengan un buen ambiente familiar, que gocen de los efectos de la buena comunicación entre los miembros de la familia, luchar porque haya comida nutritiva todos los días y que todos disfruten de salud y alegría. Hay que hablar y practicar el aprecio de todo lo que se encuentra en los alrededores de la casa porque aportan felicidad a la vida. Allí están las personas, árboles, ríos, bosques, aves del campo y cultivos que inspiran la existencia de todos.

Hay que avanzar con las acciones positivas por el bienestar de nuestra patria. Cumplir con nuestras responsabilidades cívicas y políticas, ser ejemplo de probidad ante la juventud y la niñez, estar atentos por el buen uso de los recursos del pueblo, exigir la calidad de los servicios públicos, cuidar el medio ambiente, hacer un gran esfuerzo por conservar las fuentes de agua y cultivar el respeto entre todos. Seguir los caminos del fortalecimiento de las instituciones que funcionan en todos los rincones del país. Las escuelas cumplan con el rol establecido, las instancias de justicia atiendan a todos por igual y en el menor tiempo, las instituciones de salud atiendan con diligencia y pertinencia cultural los servicios con que cuentan. Evitemos que nuestro país siga contando pobres, desnutridos, analfabetos y excluidos.

Apreciar la diversidad del país, su gente, sus pueblos milenarios, sus culturas vivas con distintas expresiones, los idiomas, las formas de ver el mundo y la vida, la riqueza de organizaciones existentes, la pluralidad con que se mira y se aprecia el desarrollo, los conocimientos que sirven para sostener la vida de los pueblos. En fin, la diversidad como ingrediente básico a utilizar para la construcción de la democracia y la justicia. Aprovechar la diversidad de climas para la identificación y ejecución de proyectos de desarrollo viable y sustentable para garantizar la abundancia a las generaciones del futuro.

Estar preparados ante cualquier reacción natural de la Madre Tierra. Las autoridades del país deben estar muy atentos para orientar lo que tenemos que hacer en momentos de mucha sequía, cuando hay inundaciones, en los instantes de terremotos, cuando hay huracanes y erupciones de volcanes. Así es la naturaleza y no hay dónde ir porque sobre ella vivimos. Comprender la vida de la tierra porque proporciona lo necesario para la existencia de la humanidad.

Tenemos que vivir el año 2019 consciente de que en nuestro país hay injusticia, corrupción, exclusión y otras prácticas que mantienen enfermo el Estado de Guatemala, pero corresponde a los hijos e hijas de esta tierra analizar cada acción y proceso que lleva a situaciones inapropiadas y con efectos negativos a las condiciones de vida de la población guatemalteca. Hay que evitar las acciones y las expresiones que lastiman a los demás, señalar quehaceres que resta comida a otros y aportar soluciones a la depredación del ambiente. Confiar en cada guatemalteco, hombres y mujeres, en cada pueblo y en el liderazgo responsable y honrado para que entre todos construyamos un mejor país.

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