La descentralización del desarrollo por Luis Javier Crisóstomo

Ahora que en Guatemala abundan los análisis acerca del desarrollo visto por tantos candidatos a puestos de elección popular. Es sano que partidos políticos y el liderazgo con que cuentan dediquen alternativas que propicien desarrollo al interior del país. Este desarrollo debe ser con visión integral donde se contemplen soluciones prácticas al fortalecimiento de la educación, salud, economía, agricultura y comunicaciones. Hay que reconocer que el área rural recibe poca o nada de atención con políticas que generen desarrollo para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población que allí vive. Además, no hay fuentes de trabajo, la producción local en muchos casos se pierde por falta de tecnología y mercado, las empresas no llegan a las regiones y algunas organizaciones locales que luchan por el desarrollo tienen poca cobertura. Las municipalidades, que centran su esfuerzo en la construcción de obras de infraestructura, deben concebir el desarrollo de manera integrada y diversificar las políticas municipales para lograr el bienestar de toda la población.

El municipio es clave para provocar el desarrollo local. En este sentido, el plan de desarrollo municipal debe partir de esa realidad local para la identificación de cultivos comunes, qué artes son propias de las comunidades, con qué infraestructura se cuenta, el nivel de organización de la población y qué personal capacitado existe en la localidad. Descentralizar el desarrollo es una alternativa que puede aportar mucho a las comunidades alejadas de los centros urbanos, pero esta descentralización exige la participación responsable de las personas para buscar de manera conjunta las soluciones a los problemas de pobreza, extrema pobreza, desnutrición, analfabetismo, enfermedades, exclusión de la juventud y de las mujeres de oportunidades del progreso. La planificación y ejecución de proyectos de desarrollo pueden tener efectos saludables porque no estarían creando dependencia en las personas como lo que sucede con programas paternalistas. Es necesario insistir en la participación de los comunitarios para que puedan gestionar de manera autónoma respuestas a sus necesidades prioritarias.

Los municipios pueden invitar empresas para que se establezcan en las regiones y ofrezcan fuentes de trabajo tomando en cuenta algunas características de las regiones, otras instancias pueden ofrecer préstamos con intereses al alcance de la población y otras instituciones deben ofrecer servicios profesionales para acompañar el esfuerzo de las familias en alcanzar mejores condiciones de vida. Otro de los temas que debe tener el desarrollo descentralizado es el medio ambiente que presenta estados lamentables como la contaminación, la falta de tratamiento de la basura que generan varias cabeceras municipales, el descuido en que se encuentran los ríos y la tala inmoderada de árboles.

La cultura viva de las comunidades locales es un atractivo para propiciar el turismo nacional e internacional. Hay música, baños de vapor, tejidos, agricultura orgánica, plantas medicinales, tecnología ancestral, paisajes y formas específicas de elaboración de comidas. Es conveniente que sea la misma gente que asuma la responsabilidad de velar porque las acciones de desarrollo alcancen los frutos deseados a mediano plazo para que los efectos positivos empiecen a sentirse disminuyendo los problemas que se viven en la cotidianidad. Si se logra descentralizar el desarrollo con el esfuerzo de todos, es posible disminuir la pobreza, la desnutrición, la emigración, el analfabetismo y la delincuencia.

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