Una propuesta decente…indecente por Juan Callejas
En el país de Macondo, como es Guatemala, lo decente se puede tornar indecente. Pensar bien, positivamente y con inteligencia puede ser pecado en una sociedad llena de una mentalidad que luce cultivar la cultura de dobles intenciones y prejuicios formados a la luz de la corrupción del lenguaje, la moral y los valores, al grado de volverse anticultura lo sano, decente e inteligente. Para ampliar estas ideas, recomiendo a los lectores la lectura del libro de Eduardo Galeano: Patas Arriba La Escuela Del Mundo Al revés.
En parte, esto puede explicar el porque como sociedad, entre tantos indicadores que en este mundo de la postmodernidad se han creado para llevar a algoritmos matemáticos los diferentes ámbitos del comportamiento humano, el nivel de confianza o desconfianza como usted lo quiera ver es uno de los tantos indicadores negativos que el estudio de Latino barómetro reporta para Guatemala y que en otros parámetros también corrobora otro estudio que reporta la USAID, Universidad Rafael Landívar y Vanderbilt University
Es claro que la falta de confianza entre la mayoría de los ciudadanos de una comunidad, es reflejo de ausencia de tejido social y esto es natural que sea causa/efecto de una cultura de doble intención, desde donde vemos el mundo de manera diferente y, viendo así, nos impide avanzar positivamente para cultivar una vida en democracia que nos ayude a vivir la republica.
Una de las pocas ideas inteligentes que he encontrado entre el Tsunami de propaganda política – mas identificable con publicidad comercial – ha sido el planteamiento que el candidato a diputado el partido prosperidad ciudadana para el Distrito Central Nery Rodas hiciera, invitando a sus colegas candidatos a diputados de los otros partidos políticos para conversar sobre lo positivo que pudiera ser acordar una agenda legislativa mínima desde antes de ser electos, como muestra de una acción eminentemente política – no politiquera – que muestre al votante que existen posturas, opciones, ciudadanos candidatos e instituciones políticas que pueden moverse en loa ámbitos de una nueva forma de hacer política.
Para alguien con alguna lectura básica de lo que es hacer política – insisto, no politiquería – debe ser claro que los acuerdos, la concertación, el dialogo y la negociación, son tareas que con las virtudes necesarias y la vista puesta en el bien común, debe ser “el pan nuestro” de todos los días de todo aquel que pretenda llegar a ser un estadista. Es por esto que una invitación como la planteada por el candidato a Diputado, Nery Rodas, me ha llamado la atención por un lado y también alienta a pensar que aunque un flor no hace verano, si podría en todo este proceso alimentarse positivamente este tipo de actitudes tendientes a darle un viraje importante al hacer político en el país.
En mi personal entendimiento y subido al balcón para ver la “fiesta electoral” que mas parece una cancha de futbol, llena de árbitros poco ilustrados – nuestros jueces y magistrados – con unos equipos de futbol, que mas que hacer equipos de futbol – nuestros partidos -, se ven tan confundidos que unos van mas preparados con un bate para jugar al béisbol, y otros van con shorts para jugar tenis y otros llevan protectores para jugar el juego de la pelota maya y otros simplemente se ubican como espectadores; mientras los votantes, entre perplejos y asustados, o simplemente sin sentirse aludidos, ven pasar las cosas y no dejan de comentar el chisme del día y anticipan junto a sesudos analistas de coyuntura, los mas recientes pleitos entre el TSE, la CSJ y la CC en los diferentes fallos judiciales. Decadente y vergonzante papel del llamado sistema de justicia.
¿Qué podemos anticipar?. Con ilusión y positivismo, que sigan surgiendo muestras de acciones políticas – no politiqueras – de ciudadanos en la contienda electoral que se arriesguen a poner a funcionar los fundamentos de una nueva política. Ética, moral, valores, creatividad e innovación en sus propuestas y no la feria de cancioncitas, bailes ridículos de candidatuchos de barro, mensajes vacíos de contenido y grandes falacias que hoy desfilan en las redes sociales.
¡La campaña política puede empezar a marcar la separación entre los que ya comprendieron las demandas ciudadanas y los que aun creen que nada a pasado! ¡Animo guatemaltecos!