En la muerte esta la resurrección por Juan Callejas
Hablar de renacer o volver a nacer, supone también afirmar la muerte, un hecho que para nuestra cultura occidental, fundamentalmente judeocristiana, es trágico y lleno de perspectivas bastante oscuras en casi todos los sentidos. En nuestra cultura, la occidental, no nos han preparado desde niños para la muerte, para las pérdidas, se nos educa en la cultura del apego, y se considera la muerte como algo tabú, se habla poco, se evita, siempre está rodeada de miedo.
Esto es curioso y me llama la atención, puesto que precisamente en esta temporada se vive la muerte de nuestro Señor Jesucristo; muerte que precisamente abre la puerta de la vida para todo aquel que en El cree. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16
Y es precisamente la muerte y luego la resurrección del Señor Jesús la que habilita a cada hombre y mujer que se reconozca nacido de nuevo en el agua y el espíritu, reconociendo a Jesús como Señor y salvador de su vida, para pensar en una vida que trasciende el aquí y el ahora, sobre todo en estos tiempos en los que la sociedad del mercado, consumista por excelencia, impone condiciones de lo urgente y del cultivo de la sensualidad que el hedonismo demanda.
El …mas tenga vida eterna, debería tener para el cristiano de hoy, como el de todos los tiempos, una significancia profunda que sin duda, de llegarla a tener, provocaría un cambio sustantivo en nuestra forma de vida y provocaría el jubilo y gozo que debe incitar la muerte física natural para aquellos que decimos profesar la fe en Cristo, sí, ese mismo Cristo crucificado, muerto, resucitado y viviente en el cielo, al lado del Dios padre.
En contraste con esta perspectiva inmediatista, competitiva, materialista y consumista actual de la vida en esta nuestra civilización occidental y fundamentalmente judeocristiana, otras expresiones religiosas sostienen perspectivas de la vida que provocan sin duda, formas de pensar y vivir que propenden mas a la paz y solidaridad humana en el aquí y el ahora. Me pregunto: ¿No valdrá la pena reflexionar en estos y todos los días en nuestra condición de seres con vida eterna, pagada con el precio de la sangre del hijo unigénito de Dios?
Y si esta reflexión produjera en nosotros la necesidad de cambiar y vivir de otra manera, ¿ Por qué no hacerlo y así heredar otra forma de pensar y vivir para nuestras futuras generaciones?
Veamos lo que se dice y se piensa en otras expresiones culturales:
“Según la visión budista, la vida es eterna. Ya que atraviesa sucesivas encarnaciones, la muerte no se considera tanto el cese de una existencia como el principio de una nueva. Para los budistas el fenómeno de la trasmigración es obvio, así que la muerte es necesaria. Como morimos, podemos apreciar la maravilla de la vida. Para hablar del modo ideal de morir hay que hablar del modo ideal de vivir. Atravesar de un modo satisfactorio el proceso de la muerte, depende de los constantes esfuerzos que se hacen durante la vida para acumular buenas causas, para contribuir a la felicidad de los demás y para fortalecer la base de la bondad y la humanidad en lo más profundo de nuestras vidas. El budismo garantiza que quienes practiquen con sinceridad, se acercarán a la muerte en un estado de plena satisfacción.
“La preocupación del hindú no es la muerte. Para él, ésta no es el enemigo. Desde su nacimiento, la muerte para él no es un término. Él va a renacer en otro lugar y lo importante es interrumpir la cadena de los renacimientos. Desde siempre, él pertenece a la eternidad. Él es una manifestación de lo divino. Desde el momento en que nació, es un ser extraño al mundo. Tiene ya una preexistencia, ya ha existido de alguna manera, y cuando él desaparece, no hay paso del ser a la nada.
En el pensamiento religioso del hinduismo, la muerte consiste en la unión del alma individual con el alma Universal, por lo que se cree que al morir se pasa no a otra vida como la que conocemos en la Tierra, sino a otra forma de existencia, que es esencialmente espiritual.”
En todo caso, la reflexión a realizar desde el cristianismo esta centrada desde mi punto de vista en El …mas tenga vida eterna, puesto que de verdad el creerlo, tendría el potencial de transformar nuestra existencia y con ello, la existencia de nuestra familia y sociedad. ¡Piénselo!