Julio Hernández - El mundo no es lineal; tiene regresiones y estancamientos

En matemática y estadística, se corre una regresión que represente el comportamiento de cualquier cosa, y resulta una línea recta ascendente, o bien descendente. La vida no es así. Los logros de décadas o siglos, se desvanecen en instantes. Donald Trump y su relación con la prensa y su actuación en la Casa Blanca, además de deplorable, echa hacia atrás décadas de construcción de instituciones, protocolos y el cultivo y veneración de la verdad. Con este presidente número 45, todo exploto y voló en mil pedazos. Su odio y control de la prensa independiente es visceral. Donald Trump tiene una relación amor-odio con la prensa, pero al mismo tiempo, tiene adicción. No puede vivir sin ella.

Moviéndose hacia el sur, Brasil. Tantos años de construcción de la democracia y tantos años en el poder la izquierda moderada con Lula y el Partido de los Trabajadores, para quedar nuevamente en el suelo y dar paso a Bolsonaro. Desde luego, el problema no es el personaje, sino los seguidores. ¿Cómo es posible ese cambio dramático? Brasil aún necesita políticas sociales, para incluir a millones de ciudadanos a los beneficios del crecimiento económico brasileiro. Si gana Bolsonaro, todo se irá al traste. Borrón y cuenta nueva. Habrá que empezar de cero, y volver a construir y repara el tejido social. En Alemania, Reino Unido, y decenas de otros países, el tiempo se detuvo, y en algunos casos, retrocedió. Los avances logrados, en materia social, se desvanecen. Los gobiernos fascistas que provocaron la segunda guerra mundial, vuelven a escena. Todos impávidos, no lo pueden creer. En esta ocasión, no se imponen, sino encuentran apoyo desmedido en las masas, a quienes los sistemas de justicia social, anteriores, beneficiaron. Los pueblos quieren pan y circo, y desde luego, ver sangre correr.

En Guatemala, parece que se va de “Mal en peor”, reinan las mentiras estilo Trump, o bien, son apoyadas por ese gobierno republicano. Los paradigmas cayeron, uno a uno. El nuevo, es falso y cínico. ¿Qué les pasa a los pueblos de hoy? Desde luego, están desilusionados con los resultados de la política tradicional, pero a todas luces, lo nuevo, lo que viene, lo que quieren, será peor.

Costa Rica, es un caso especial, pero las protestas ciudadanas, en contra del pago de nuevos impuestos, aunque dolorosas, son necesarias. No hay otra manera de financiar las políticas sociales. Costa Rica se benefició de las prolongadas guerras civiles de Centroamérica, al cosechar todas las donaciones que pudo. Cuando terminaron las guerras y se firmo la paz en cada país beligerante, las donaciones de fueron a cada país. Costa Rica, tuvo que hacer frente al financiamiento de sus beneficios sociales, otrora ejemplo del continente. Nicaragua, vecino tico, metido en problemas de gobernabilidad, y protestas permanentes, es fuente de problemas para Costa Rica, con el crecimiento de las corrientes migratorias hacia el vecino del sur. ¿Qué pasará? Quien sabe. Pero los vientos que soplan, no son halagadores.

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