Julio Hernández - Mitos y realidades de la caravana de migrantes hondureños

A pesar de la supuesta grandilocuente respuesta de Donald Trump, contra la caravana de migrantes hondureños, este curioso personaje de la Casa Blanca, le conviene aprovechar la oportunidad para refrendar sus votos duros, y ganar uno que otro, de ciudadanos con terror que ingrese la caravana a los Estados Unidos de América. Las elecciones de medio término serán en noviembre, justo semanas después de la llegada de la caravana a la frontera sur de ese país del norte. ¿Qué hará Donald? ¿Enviará el ejército o la Guardia Nacional? Es posible, es parte del show, del reality show, lo que el sabe hacer muy bien. Algunos de los miembros de la caravana, lograrán ingresar, traspasar el muro, el rio, meterse por túneles, burlar migración, la patrulla fronteriza, los disparos de francotiradores texanos, víboras cascabel, coyotes de verdad, los que comen migrantes, al verlos desfallecidos en el desierto, etc. De esos, algunos llegarán a una ciudad en el norte, conseguirán empleos, enviarán remesas, y volverán al menos, una vez en sus vidas, si es que no los deportan antes. México deporta más de cuatro mil hondureños cada año, los intercepta en su recorrido hacia el norte. Igual número de los de la caravana actual. CNN en español, entrevista a especialistas en empleo y estadísticas de migrantes. Ellos, indican que hace falta mano de obra, y estos migrantes, son generadores de empleo para ciudadanos estadounidenses, porque el efecto multiplicador, la derrama económica, continua, al activar la maquinaría de empleos. Se necesitan trabajadores de todos los niveles. A medida, que se baja la escala de calificación, son mayores los números. Es una pirámide de base amplia, la estructura del empleo en Estados Unidos de América. Para que funcione la estructura, se requieren los empleados de la base ancha. Los estadounidenses, no quieren realizar los empleos manuales, los empleos de salarios mínimos. Los migrantes, aceptan todas las oportunidades, y se esmeran en hacerlo bien. Ellos, los migrantes, necesitan los empleos, los ingresos y las oportunidades. La economía de Estados Unidos de América, no crece mucho, ni los pronósticos son alentadores. Pero con 2.0% de crecimiento, es suficiente para generar muchos empleos. Es una economía de gran tamaño, aunque no crezca espectacularmente, hacerla mover, funcionar, requiere de miles de millones de empleos, de todo tipo.

Las amenazas de cortar la ayuda económica al Triangulo Norte de Centroamérica, es una falacia, una mentira, porque desde que llego Trump a la Casa Blanca, redujo el presupuesto del Plan para la prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica. Por otro lado, lleva un año, sin situar fondos, para el raquítico plan. La gente muere de hambre y de falta de financiamiento, de ayuda externa. Por esas razones, no es casual, el surgimiento de caravanas de migrantes rumbo a Estados Unidos de América. Trump se enreda en sus propias mentiras, y en la cantidad de fuegos que ha producido en el mundo. Ahora, no sabe como apagarlos, ni manejarlos.

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