José Manuel Prado Abularach - El mínimo ético indispensable en la elaboración del presupuesto de ingresos y gastos de Guatemala
La aplicación práctica de la justicia, implica dar a cada quién lo que le corresponde. En la justicia distributiva se aplica el mismo principio con la diferencia de que existen muchas personas interesadas a las cuales hay que satisfacer éticamente lo que le corresponde a cada una.
La elaboración de un presupuesto de gastos es una cuestión técnica, política, económica y de proyección relacionada con los ingresos futuros, para que la distribución de los ingresos sobre todos los usuarios del presupuesto se realice según la justicia distributiva. El mínimo justo para el siguiente año debe ser un monto igual al del año vigente, excepto cuando exista desperdicio en los recursos o cuando se descubren signos de corrupción, lo cual implica cambios de autoridades.
La justicia distributiva en aumentos en la inversión pública en infraestructura, solución a problemas sociales, nutrición, salarios, educación, salud, etc. Debe tener un análisis justo dentro de cada necesidad pública existente, basada en las prioridades que tiene el país. Sin embargo, el monto total debe basarse en las posibilidades reales de los ingresos que podrá tener el Estado, en base a los pronósticos más posibles de alcanzar, incluyendo prestamos internacionales sin que se ponga en riesgo la estabilidad del tipo de cambio del quetzal respecto al dólar estadunidense.
El mayor problema en la elaboración del Presupuesto de gastos de Guatemala, son los SALARIOS, puesto que todos los empleados públicos tienen derecho a un aumento anual, por eso debe ser política de Estado, tener una distribución justa del aumento en el presupuesto anual en cuanto a salarios en forma global. El Estado no debe comprometer incremento de salarios exclusivamente para el sindicato o sector de gobierno que pueda ejercer más presión y desorden o bien que pueda ser utilizado como arma política para amenazar la paz social, porque es injusto que se le de más al que presione más.
Por ejemplo: el presidente de la república se comprometió con el sindicato de maestros a un incremento de salarios, igualmente todos los empleados del Ministerio de Salud Pública, los empleados de Relaciones Exteriores, el Organismo Judicial, el Congreso de la República y todos los Ministerios del Estado reclaman un aumento de salarios. No son justos los incrementos de salarios en forma privativa de los distintos organismos del Estado, como el caso de aumentos por stress que se hizo en Quetzaltenango o el aumento que causó escándalo en el Ministerio de la Defensa.
Para incrementar salarios en el Estado, deben existir estadísticas del número de empleados, la calificación de todos los puestos que identifiquen la calidad profesional de quién lo debe ocupar, antigüedad y otros factores para que los salarios y los incrementos sean lo más justo posible, de acuerdo a la disponibilidad en el presupuesto.
Cumplir con la ley en el pago de salarios es el mínimo ético que de se debe cumplir, por ello se debe legislar para que no exista el desorden actual vigente en los tres organismos del Estado, que manipulan los salarios por medio de grupos de presión que llevan el desorden injusto de pagar a un médico 4 mil quetzales y a un conserje en el Congreso 30 mil quetzales.