Juan Alberto Castañeda - Transformación Curricular

Mucho se ha escrito en los últimos años en relación a los paradigmas educativos y en particular al modelo tradicional prevaleciente hoy día en nuestro sistema educativo, motivo por el cual se dice que la Reforma Educativa no ha llegado a las aulas.

Cuando hablamos de la escuela tradicional -paradigma centrado en contenidos- tenemos que hablar de la educación iniciada por los escolásticos y que se mantuvo vigente hasta los siglos  XVIII y XIX. Esta vino a ser reforzada por la Primera y Segunda Revolución industrial iniciada de la mitad del siglo XVIII hasta principios del siglo XX, siendo un proceso de transformación económica, social y tecnológica jamás visto. La caracterización de esta Revolución fue sistematizada por Henry Fayol y Frederick Taylor. Cada momento de la historia del ser humano está definida por su economía y por su educación.

El modelo que se centra en los contenidos sustenta prácticas pedagógicas donde el papel del alumno se restringe a memorizar, repetir y almacenar; acata y obedece, no cuestiona, es decir, debe mostrarse como un sujeto pasivo. Este modelo corresponde a la denominada por Paulo Freire como educación bancaria.

Por eso, recién en el siglo XX este modelo se asoció con la administración clásica donde las personas tienen roles definidos, -se aplica el principio de división del trabajo- -las asignaturas se abordan por separado en la malla curricular-, se somete a la autoridad inmediata –el alumno al profesor-, se cumple con el principio de jerarquía –maestro, director, supervisor-, existe la concentración del poder –principios de unidad de mando y autoridad-, se aplican los principios de disciplina y subordinación-, y la escuela funciona con un plan anual de actividades, una organización definida, una dirección encargada de hacer funcionar efectivamente a todos los sujetos curriculares ejerciendo una función de control para mantener el orden correspondiente. 


En los años 50 y 60 inicio la Tercer Revolución Industrial o de las Comunicaciones y como ejemplo para hacer memoria puedo citar 2 acontecimientos: 1. La transmisión del despegue del Apolo 11 y la llegada del primer ser humano a la luna en blanco y negro; y 2. La transmisión del Mundial de Futbol en México 70 a todo color.

Esta Revolución de las Comunicaciones trajo consigo cambios socioeconómicos, políticos y culturales. En ese contexto los sistemas educativos han tenido que adecuarse a la Revolución de las Comunicaciones y en las décadas 70 y 80 iniciaron las Reformas Educativas. En Guatemala se inició este proceso como un efecto de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, específicamente los Acuerdos Socioeconómico y Situación Agraria y el de los Derechos de los Pueblos Indígenas. A inicios del siglo XXI los economistas le han puesto el nombre de Cuarta Revolución Industrial a la marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos.

Es importante conocer que nuestras escuelas al iniciar el milenio conservan características de las escuelas ex ante la Revolución Industrial de las Comunicaciones, como la actividad nemotécnica, el autoritarismo, el dogmatismo y el mecanicismo.

Memorizar datos, nombres, fechas, conceptos y definiciones. Concentrando el poder absoluto el maestro en el aula. Conservando el axioma romano del “Magister dixit” así lo dijo, así lo hizo el maestro y así es, no disenso, no objeción. Aprendizaje con la técnica de la repetición, el claro ejemplo de las tablas de multiplicación que a muchos nos provocó angustia y sufrimiento.

La Reforma Educativa tiene como uno de sus principales aspectos la Transformación Curricular y en ese marco se plantea la actualización de las Mallas Curriculares. Estas Mallas Curriculares nos dan la idea de una articulación coherente de asignaturas, contenidos, periodos, horarios y estándares educativos con los cambios que se producen en la economía, la cultura y la política.

Por lo tanto el paradigma educativo debe ser el centrado en competencias, derivado este de la corriente filosófica de desarrollo personal, en consecuencia se enfoca en el dominio de la comunicación como parte sustantiva en el desarrollo de la persona humana, por lo que se exige hablar un segundo idioma, en nuestro caso el inglés para poder relacionarnos con el mundo. En ese orden se pide cumplir con la aplicación del pensamiento lógico matemático, el uso de las tecnologías digitales, aprender a aprender, actuar con valores en un entorno ciudadano, respetar el entorno natural.

No solo debe presentarse en el Currículo Nacional Base sino debe de practicarse para cambiar conductas y constructos.

Es urgente que los gobernantes tomen las medidas pertinentes para sensibilizar a todos los sujetos curriculares, hacer que nazca la conciencia y de esa manera implementar  de una buena vez el paradigma educativo centrado en competencias para que nuestros futuros ciudadanos tengan el perfil adecuado a las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas que el mundo civilizado demanda.

Transformación Curricular

Mucho se ha escrito en los últimos años en relación a los paradigmas educativos y en particular al modelo tradicional prevaleciente hoy día en nuestro sistema educativo, motivo por el cual se dice que la Reforma Educativa no ha llegado a las aulas.

Cuando hablamos de la escuela tradicional -paradigma centrado en contenidos- tenemos que hablar de la educación iniciada por los escolásticos y que se mantuvo vigente hasta los siglos  XVIII y XIX. Esta vino a ser reforzada por la Primera y Segunda Revolución industrial iniciada de la mitad del siglo XVIII hasta principios del siglo XX, siendo un proceso de transformación económica, social y tecnológica jamás visto. La caracterización de esta Revolución fue sistematizada por Henry Fayol y Frederick Taylor. Cada momento de la historia del ser humano está definida por su economía y por su educación. 

El modelo que se centra en los contenidos sustenta prácticas pedagógicas donde el papel del alumno se restringe a memorizar, repetir y almacenar; acata y obedece, no cuestiona, es decir, debe mostrarse como un sujeto pasivo. Este modelo corresponde a la denominada por Paulo Freire como educación bancaria. 

Por eso, recién en el siglo XX este modelo se asoció con la administración clásica donde las personas tienen roles definidos, -se aplica el principio de división del trabajo- -las asignaturas se abordan por separado en la malla curricular-, se somete a la autoridad inmediata –el alumno al profesor-, se cumple con el principio de jerarquía –maestro, director, supervisor-, existe la concentración del poder –principios de unidad de mando y autoridad-, se aplican los principios de disciplina y subordinación-, y la escuela funciona con un plan anual de actividades, una organización definida, una dirección encargada de hacer funcionar efectivamente a todos los sujetos curriculares ejerciendo una función de control para mantener el orden correspondiente.  

En los años 50 y 60 inicio la Tercer Revolución Industrial o de las Comunicaciones y como ejemplo para hacer memoria puedo citar 2 acontecimientos: 1. La transmisión del despegue del Apolo 11 y la llegada del primer ser humano a la luna en blanco y negro; y 2. La transmisión del Mundial de Futbol en México 70 a todo color. 

Esta Revolución de las Comunicaciones trajo consigo cambios socioeconómicos, políticos y culturales. En ese contexto los sistemas educativos han tenido que adecuarse a la Revolución de las Comunicaciones y en las décadas 70 y 80 iniciaron las Reformas Educativas. En Guatemala se inició este proceso como un efecto de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, específicamente los Acuerdos Socioeconómico y Situación Agraria y el de los Derechos de los Pueblos Indígenas. A inicios del siglo XXI los economistas le han puesto el nombre de Cuarta Revolución Industrial a la marcada por la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas, anticipan que cambiará el mundo tal como lo conocemos.

Es importante conocer que nuestras escuelas al iniciar el milenio conservan características de las escuelas ex ante la Revolución Industrial de las Comunicaciones, como la actividad nemotécnica, el autoritarismo, el dogmatismo y el mecanicismo.

Memorizar datos, nombres, fechas, conceptos y definiciones. Concentrando el poder absoluto el maestro en el aula. Conservando el axioma romano del “Magister dixit” así lo dijo, así lo hizo el maestro y así es, no disenso, no objeción. Aprendizaje con la técnica de la repetición, el claro ejemplo de las tablas de multiplicación que a muchos nos provocó angustia y sufrimiento.

La Reforma Educativa tiene como uno de sus principales aspectos la Transformación Curricular y en ese marco se plantea la actualización de las Mallas Curriculares. Estas Mallas Curriculares nos dan la idea de una articulación coherente de asignaturas, contenidos, periodos, horarios y estándares educativos con los cambios que se producen en la economía, la cultura y la política.

Por lo tanto el paradigma educativo debe ser el centrado en competencias, derivado este de la corriente filosófica de desarrollo personal, en consecuencia se enfoca en el dominio de la comunicación como parte sustantiva en el desarrollo de la persona humana, por lo que se exige hablar un segundo idioma, en nuestro caso el inglés para poder relacionarnos con el mundo. En ese orden se pide cumplir con la aplicación del pensamiento lógico matemático, el uso de las tecnologías digitales, aprender a aprender, actuar con valores en un entorno ciudadano, respetar el entorno natural.

No solo debe presentarse en el Currículo Nacional Base sino debe de practicarse para cambiar conductas y constructos.

Es urgente que los gobernantes tomen las medidas pertinentes para sensibilizar a todos los sujetos curriculares, hacer que nazca la conciencia y de esa manera implementar  de una buena vez el paradigma educativo centrado en competencias para que nuestros futuros ciudadanos tengan el perfil adecuado a las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas que el mundo civilizado demanda.

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