Luis Javier Crisóstomo - Con ojos de pueblo
Según la observación, el lenguaje puntual y figurado de pueblo, la corrupción es un hecho fácilmente identificable en varios liderazgos tal el caso de las personas que disfrutan algún tiempo de las mieles del poder o aquellas que dirigen alguna organización supuestamente para el desarrollo de todos pero que en la práctica está al servicio de un reducido número de individuos o solamente para beneficio de quienes la dirigen. La corrupción se entiende como el hecho de tomar dinero público de manera indebida, el aprovecharse de las necesidades de los otros y hacer uso de un puesto público solo para el enriquecimiento personal. Este tipo de actitudes no cuentan con la aprobación de las personas a nivel de comunidades locales porque hacen mucho daño a los demás y socavan la confianza en las acciones de cualquier gobierno. Tomar dinero público es un acto que hay que descartar porque el dinero del pueblo debería de guardársele respeto debido a que es producto del trabajo, del esfuerzo de otros y para beneficio para todos.
En los pueblos pequeños, el vecindario sabe muy bien la historia y el perfil del corrupto cuando dicen que lo conocían cuando era un niño, este patojo andaba descalzo, no usaba zapatos, sus padres eran pobres que se dedicaban a pequeños negocios para sobrevivir. Sigue describiendo la gente el perfil del corrupto, diciendo que cuando era niño fue pocos años a la escuela, no se tituló en nada. Pero en una ocasión se autonombró candidato a alcalde o candidato a diputado, ahora es todo un rico, ya no se voltea a ver a su gente, ya no saluda y hasta tiene varios carros. Siguen agregando datos, ahora que es diputado ha comprado terrenos en distintas partes y cuando viene a su comunidad se acompaña de guardaespaldas. Estos hechos hacen que los ciudadanos honrados se alejan del ejercicio de elegir y ser electo.
Sigue narrando la comunidad, que un corrupto es un sinvergüenza, si comete alguna falta o delito no se le aplica la ley, se burla de las autoridades y lo negativo que hace queda en la impunidad. Cuando el corrupto se da cuenta que lleva las de perder, entonces se va a otro país, a vivir como rey con el dinero del pueblo que consiguió de manera inadecuada. Pero también, en Guatemala, hay lecciones a la vista como el caso de los corruptos que han caído momentáneamente en la cárcel, entonces se hacen los enfermos, hacen uso de tanto recurso que la ley les permite con tal de no recibir el castigo que se merece. Sobre estos casos, el pueblo está pendiente, pregunta cómo van los temas relevantes del país y qué espera el pueblo para los próximos días. Ahh, los corruptos deben de desaparecer.
Hacia los corruptos, los calificativos por parte del entorno inmediato, en voz baja no paran de circular, en muchos casos son aislados por los miembros de la comunidad local, también se enferman porque la consciencia no les deja en paz, el corrupto puede no estar presente, pero la siguiente generación sigue haciendo uso del dinero mal habido y sus efectos están presentes en esta descendencia.
Corrupto de pueblo o el de las grandes alturas no siempre acaban bien. Por eso el pueblo con letra o sin letra, siempre está pendiente cómo las autoridades deben conducir la vida de los pueblos con transparencia, esfuerzo, buen trabajo donde la autoridad es el primero y el pueblo le sigue. Guatemala es nuestro país que se construye todos los días con el esfuerzo de todos. Eso sí, no más corrupción, no más saqueo de los centavos del pueblo porque cada centavo que se llevan los malos hijos de la patria es algo menos para los necesitados.