Construir un mundo nuevo por Cristóbal Perez-Jerez

Una tenebrosa conferencia se ha reunido en Alemania este fin de semana. La Conferencia de Seguridad de Munich. En ella, los señores de la guerra,  han definido las causas y efectos devastadores de las grandes crisis, que amenazan con bordear los límites de la existencia, este año 2019.


Según el informe de la conferencia, estos expertos en seguridad del mundo,  afirman que al observar el estado actual de los asuntos internacionales no es posible obviar que estamos ante una serie de conflictos que cada día crecen más y amenazan con una confrontación global, una tercera guerra mundial que tendría lugar en cualquier parte del mundo.


Lo más aterrador es que este inicio aciago del año 19 del desilusionado siglo XXI, los expertos en seguridad preparan las mentes y afilan las espadas para los conflictos que se acercan. Se menciona que los Balcanes Occidentales siguen siendo una fuente eterna de confrontación de las superpotencias, no olvidar que allí nació la primera guerra mundial; luego mencionan el potencia de conflictos sangrientos de Europa del Este, Ukrania, Bulgaria, Rusia, etc. son potenciales conflictos de gran envergadura. Luego indican el estado de incertidumbre del Sahel, aquella playa de bosques que divide el África negra del norte musulmán, y que es un muro fronterizo para el paso de las muchedumbres famélicas africanas hacia el sueño europeo, en donde los espera la muerte en el Mediterráneo. Y por último indican el mayor potencial de conflicto la alianza OTAN, Israel y países árabes sunníes se alían para otra guerra santa para los árabes y de conquista, como debe ser para los occidentales. La gran alianza se organiza para empezar contra Irán y Siria, pero Rusia y las fronteras de China siguen en la agenda.


Lo que nos llena de terror es que en esta conferencia, al mencionar los conflictos regionales que pueden provocar destrucción y sufrimiento, no nos nombran. Este pequeño detalle nos genera temor. Las regiones que no aparecen en la agenda de la guerra son aquellas en que el conflicto se va a desarrollar con prioridad.


El informe parece escrito por Poe. Dice que al observar los asuntos en todo el mundo, la sensación terrible es que somos testigos de crisis que cada vez se hacen más profundas. El orden liberal occidental, con sus promesas de paz, igualdad, justicia y democracia parece agotado. Desde el colapso de la Unión soviética, el panorama de la seguridad mundial ha empeorado. Un nuevo mundo ha nacido, estamos ante el cambio hacia una nueva época. En la guerra fría el poder bipolar era la racionalidad para mantener la estabilidad. Al derrumbarse el mundo socialista, el daño colateral fue el paso de todos los socialistas hacia las fracciones del liberalismos. Renacieron la democracia liberal, el fascismo, el caudillismo napoleónico caricaturizado, etc.


Una nueva era geopolítica está naciendo, hacia donde nos llevará. A una solución de paz y estabilidad, o una confrontación sin precedente. Todo dependerá de las decisiones de los líderes de los Estados más poderosos y la resistencia de que sean capaces los dirigentes de los países más débiles.

El nombre del informe de la Conferencia de Seguridad de Múnich estremece a cualquiera. "El gran rompecabezas: ¿Quién recogerá las piezas?", ya que asume que todo se resolverá con una gran conflagración y al final, el que gane solo podrá recoger las ruinas de lo que quede.


Para Centroamérica el reto es ineludible. Jugar un papel activo en la negociación de una salida de paz y apertura al progreso de los países de la región, o hacer de tontos útiles otra vez y ponerse al lado de una de las potencias y poner los muertos, mientras las potencias alcanzan el equilibrio en la repartición del poder mundial. Por el momento el papel de tontos inútiles es el que más acostumbramos.


El descarnado informe hace una división del mundo y clasifica a todos los países en varias categorías. Tradición que iniciaron Marx y Engels al decir que el mundo se dividía en países de capitalismo desarrollados, países con potencial de desarrollo y naciones atrasadas. Luego, a mediados del siglo XX, la URSS y USA, nos clasificaron en países del primer mundo, el segundo y el tercero. Este nuevo informe nos clasifica así: principales potencias como Estados Unidos, China y Rusia, luego vienen los actores de la "segunda fila": democracias liberales como Francia, Alemania, el Reino Unido, Canadá y Japón. Los demás solo somos regiones para desarrollar el conflicto.


Guatemala está a las puertas de una elección de nuevas autoridades. No se sí existen expectativas positivas de generar un liderazgo nacional que permita una agenda de unidad que permita dirigir a este país a ser uno de los más desarrollados de la región. Lo que no se puede permitir es que el país se decante por una de las potencias, hay que ser neutral y jugar un papel activo en la construcción de un mundo más estable y respetuoso de la naturaleza. Teniendo en cuenta los grandes riesgos de seguridad que nos amenazan. Las principales potencias había firmado un tratado liviano de control de armas, el INF, las principales potencias, en las últimas semanas han renunciado a este tratado, reiniciando la carrera armamentista. En los años 70 esta carrera demoniaca agotó a las superpotencias y hundió sus garras sangrientas en Guatemala, con la muerte de miles de indígenas, dirigentes sociales e intelectuales progresistas; hoy estamos a las puertas de una nueva carrera. ¿Quién se derrumbará primero: USA, Rusia o China?


Además se utilizarán las tecnologías emergentes como las armas hipersónicas, apps de control personal y muertes seleccionadas por medios electrónicos. Las nuevas tecnologías, acompañando a los nuevos conflictos, llevarán a la quiebra el libre comercio internacional, fortalecerán el crimen organizado con su abundante lavado de dinero, en los bancos transnacionales y el uso indiscriminado de control por medio de los avances de la inteligencia artificial.


Vamos a un mundo nuevo. No sabemos si grotescamente con humanos o felizmente sin humanos.

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