Educación para la democracia por Carlos Molina

Su objetivo es formar individuos con criterio propio, pero a la vez capaces de acción mancomunada; aptos, por tanto, para integrarse inteligente y provechosamente al juego democrático.

Se trataría de individuos:

-Interesados por los asuntos públicos.

-Conscientes de su deber de participar e informarse.

-Conocedores de los procesos y mecanismos democráticos.

-Capaces de decodificar los mensajes partidarios, para interpretarlos según sus propios intereses y convicciones, no según las conveniencias del emisor.

-Aptos para pensar de manera estratégica, no inmediatista, a fin de poder intervenir de manera oportuna y eficaz.

-Negociadores, dispuestos a limitar sus propias demandas para abrir espacio a las demandas ajenas.

-Diestros para detectar la convergencia en la divergencia.

-Habituados a percibir al contendiente como adversario y no como enemigo.

-Preparados para pensar individualmente y actuar colectivamente.

-Inclusivos: admiten la validez aun de aquello que no les agrada, siempre que no atente contra intereses legítimos.

-Agentes de su propio bienestar: esperan del Estado facilitación y acompañamiento, no la resolución de sus problemas.

-Empáticos: por eso antes de juzgar se esfuerzan por comprender.

-Respetuosos de las tradiciones y los logros previos; atentos al presente; abiertos a la innovación forjadora de porvenir.

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