Cinismo por Juan Callejas

De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) una acepción de “cinismo” se lee así: “Actitud de la persona que miente con descaro y defiende o practica de forma descarada, impúdica y deshonesta algo que merece general desaprobación.” Es así de lamentable la actitud que se proyecta de nuestro Ministro de Educación en el reportaje de Prensa Libre de hoy: (https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/mineduc-contratara-21-mil-docentes-con-cuestionados-criterios-de-evaluacion/)

Esto se destaca mas aún, cuando entresacamos los comentarios que se le atribuyen en la nota de prensa, por quienes critican la forma en que la demandada calidad educativa que algunos seriamente interesados en el tema plantean. En un claro contrasentido, en lugar de buscarse como ponderar de mejor manera en la evaluación de los aspirantes las posibilidades de encontrar mas altos niveles de calidad, estos se reducen, facilitando así el acceso a las plazas de quienes pudiesen tener menores posibilidades de convertirse en mejores maestros. 

Los cínicos comentarios del Ministro son:

“Óscar Hugo López, Ministro de Educación, indicó que por ser una prueba diagnóstica “se supone que no tiene ponderación” en los procesos de selección de docentes, ya que estas pruebas sólo se utilizan para medir “el nivel de rendimiento que tiene una persona en algunas áreas en particular”. Sin embargo, pese a que, según el funcionario, este tipo de pruebas no deben ser vinculantes en el proceso se le daba un puntaje y si el maestro no lograba la calificación necesaria se bloqueaba su contratación, lo que representaba un problema. “Estamos de acuerdo con que la calidad hay que medirla, pero entendemos que la calidad no es sólo el resultado de lo que sé en dos materias: Matemática y Lenguaje. La calidad está asociada a otros aspectos, como la formación ciudadana”.

En la parte subrayada es en donde no puedo ver mas que una expresión de cinismo con todo el significado que el concepto tiene según el DRAE.

En síntesis, se privilegia una ruta de mediocridad a la ya evidente mediocridad del maestro. El maestro, es claro; es el agente esencial en el proceso educativo para lograr capacidades que permiten superar los bajísimos niveles de entrega de nuestro sistema educativo actual, con su consecuente efecto negativo en el presente y futuro de quienes están obligados, ante las condiciones de mercado mundial, a tener una educación que les permita:

Ser ya no empleados, sino emprendedores; 

  1. Ya no analfabetos funcionales, sino alfabetos digitales y en idiomas; 

  2. Ya no individuos formados en el modelo de educación en donde el maestro deposita el fragmento de conocimiento que El tiene del mundo, sino en personas que “aprenden a aprender”, 

  3. Ya no ciudadanos que conviven en conflicto, sino ciudadanos que han aprendido a vivir en comunidad y cooperación dentro de un marco de reglas iguales para todos.

Ante esta evidente muestra de “cinismo”, solamente se puede anticipar una realidad contra la cual, los ciudadanos tenemos que poner freno a nuestras autoridades educativas, como en otros aspectos, al desmadre, la incapacidad y el “crimen” que el Estado hace para con nuestra niñez, a quienes además, en una buena parte, mas del 50% sufre también de desnutrición crónica. Cínicos y asesinos también. ¿Dónde y cuando pagaran sus pecados?

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