Juan Gregorio - La educación infantil, parte integral del Ministerio de la Iglesia Cristiana
Desde los inicios de la formación del pueblo de Israel, cuando Dios le dio un código de leyes que tenía que obedecer para su coherencia social, pensó en los niños, para que, desde su temprana edad fueran encausados por el camino de la obediencia a Dios a través de la enseñanza de esa ley, para que todas las generaciones a través de los siglos, supieran lo que es el amor de Dios y su voluntad de bien para con los hombres.
En un principio, esta enseñanza de la ley de Dios era un mandato exclusivo para todas las familias del pueblo de Israel. El padre era el responsable de transmitir este conocimiento a sus hijos. Esta enseñanza se daba en los hogares (Deuteronomio 6:1-7). No había escuelas públicas.
Después del cautiverio babilónico (586-516), que fue cuando se empezaron a fundar las sinagogas, las clases se impartían en estas. Los maestros (rabinos) eran personas versadas en la ley de Dios. En el tiempo de Cristo hubo maestros muy reconocidos como: Gamaliel y Nicodemo. El apóstol Pablo decía que él había sido educado a los pies de Gamaliel (Hechos 22:3).
En el tiempo de la diáspora, después de la destrucción del templo en Jerusalén en el año 70 después de Cristo; en todos los países donde residían judíos, había una sinagoga. Estas sinagogas siguieron siendo usadas para la educación de los niños. Cuando fueron apareciendo las ciencias, al mismo tiempo que se impartían las ciencias se impartían también clases de la Torah (los primeros cinco libros de la ley de Dios).
En los últimos 200 años, tanto la Iglesia católica como la evangélica, han tomado la educación de los niños como parte integral del ministerio cristiano. Es así como se han fundado misiones cristianas en muchos países del mundo.
Durante el gobierno del General Justo Rufino Barrios (1871-1885) se fundó la primera misión evangélica en Guatemala. En una visita que hizo el General Barrios a Estados Unidos, se trajo a los primeros misioneros de la Iglesia Presbiteriana. Ya estando en Guatemala, les preguntó, cuál era su estrategia para comenzar su trabajo misionero. Ellos le dijeron que su plan era comenzar formando una escuela para niños. Le pareció bien al General, y ordenó a todos sus ministros, que todos tenían que enviar a sus niños a la escuela de los misioneros.
Cuando vino Mis Ruth Ester Smith a Chiquimula, Guatemala, en 1906, procedente de la Iglesia Evangélica Amigos de California, USA; desde el inicio de su labor misionera, se caracterizó por un gran amor por los niños. En 1908 se reporta que Mis Emma Mae Burk, llegó a la misión Evangélica “Amigos” de Chiquimula, para hacerse cargo de la dirección del Colegio de niñas, apenas dos años después de la llegada de Mis Ruth. Los primeros alumnos de este colegio “Amigos” estaba compuesto por niños que Mis Ruth adoptaba. Con razón ella fue conocida como “la misionera de los niños.” No fue sino hasta 1921 que este colegio fue oficialmente inaugurado como “Colegio Privado Mixto” de la Iglesia Evangélica Amigos de Chiquimula, Guatemala.
Actualmente, los misioneros en Camboya (Sureste Asiático), Nicolás Agustín y Randolfo Rodríguez, parte de su trabajo misionero integral es trabajar con los niños, El hermano Nicolás tiene 16 años trabajando en ese campo misionero, y los niños que él pastoreó en el principio de su ministerio, ahora son jóvenes mayores de edad que le ayudan en el ministerio de la enseñanza y la predicación.
Está comprobado que el trabajo que las iglesias desarrollan en la educación integral de los niños-ciencia y valores cristianos-es esencial para el crecimiento de la Iglesia de Cristo, y un aporte importante para la formación de buenos ciudadanos dignos y útiles en la sociedad. Todo esfuerzo y sacrificio que las iglesias hacen para la formación intelectual y espiritual de estos niños, tiene su recompensa.