Diana Brown - ¿Cómo se adquiere el conocimiento?
“El analfabeto del futuro no será la persona que no pueda leer, sino la persona que no sepa cómo aprender.” Alvin Toffler.
¿Cómo es la estructura la adquisición del conocimiento? ¿Cómo se puede hacer visible el proceso de perfeccionamiento en el aprendizaje? ¿Cómo se establece que “ahora” es momento de continuar a un nivel superior de análisis, comprensión, descubrimiento, innovación y creación? Y ¿cómo compartir esta visión estructural con los docentes, a que se organicen respetando el desarrollo individual de cada estudiante de acuerdo a sus talentos?
En 1948, un grupo de educadores se dio la tarea de clasificar los objetivos educativos. Esta clasificación combina tres aspectos: lo cognitivo, lo afectivo y lo psicomotor. El líder del grupo fue Benjamín Bloom, psicólogo y pedagogo. Se terminó la versión original en 1956 y la clasificación fue bautizada como Taxonomía de Bloom, volviéndose el marco de creación de contenidos curriculares el cual ha sido ampliamente usada en las planificaciones docentes desde su creación.
Con la utilización de este instrumento los docentes basan la organización en las metas educativas en una escala de verbos, todos en forma de infinitivo, respetando una jerarquía de competencias. Se realiza en distintos parámetros temporales; anual, bimestral, semanal y diaria; todas ellas enfocadas a las competencias que deban alcanzar los alumnos en escalas. La gran meta se establece en competencias marco, y se re construyen retroactivamente, así desglosando los pasos a seguir, los peldaños de la escalera. Estas competencias no son aisladas ni exclusivas a una disciplina ni una asignatura, sino que son destrezas y habilidades de pensamiento y análisis que se adquieren multidisciplinariamente.
La planificación macro se estructura en seis niveles; y los verbos que se usan en la planificación docente implican las competencias que los estudiantes habrán logrado en algún nivel anterior. El primer nivel, es recordar: se demuestra un conocimiento sin necesariamente comprenderlo, se evidencia por recordar datos, términos conceptos básicos, y se define por cómo el alumno demuestra la comprensión: escoge, recuerda, define, relata, memoriza, nombra, como ejemplos, pues hay una cantidad importante para este, y todos los niveles. El segundo nivel implica la comprensión. El alumno debe demostrar el conocimiento de la información, demostrándolo en su organización, su comparación y contrastación, su ilustración ,y poder resumirlo y/o traducirlo en sus propias palabras así demostrando su comprensión. Luego estas competencias se aplican, el tercer nivel. Se resuelven problemas a situaciones por medio de la aplicación del conocimiento adquirido, aplicando de manera práctica las competencias logradas. La cuarta etapa incluye el análisis, una examinación y contemplación profunda de los integrantes de un problema , un reconocimiento de cómo influyen las partes del mismo, y la posibilidad de un cambio por medio de modificar un elemento, parte del total, con conocer el efecto de la inclusión de nuevos aspectos logrando así la comprensión e inferencia de causas y efectos. Se continúa con la evaluación, que el alumno pueda expresar opiniones propias y defenderlas, basadas estas en las experiencias vividas a través de la adquisición de las competencias. Y por último se arriba a la competencia de la creación, la posibilidad de ver con un aspecto distinto, a todos los elementos de un problema, un reto, un procedimiento, y resolverlo, y a la vez plantear una novedad, una idea revolucionaria, ser innovadores.
Ejemplos de los verbos, como se crecen en dificultad y por ende, la adquisición de la competencia para su aplicación son: etapa de recordar-“escoger”; etapa de comprender-“clasificar”; etapa de aplicar-“construir”; etapa de analizar-“clasificar”; etapa de evaluar-“acordar”; etapa de creación-“adaptar”, se va aumentando la complejidad.
La inclusión de la inteligencia emocional, la introducción del reconocimiento de las inteligencias múltiples, estilos de pensamientos, la plasticidad neuronal, la estimulación oportuna y la tecnología han provocado un reenfoque de la taxonomía; no es que no exista una jerarquía en la adquisición del conocimiento, sino se vio necesaria la reconformación de su planteamiento. Y así se ha establecido una Taxonomía de Bloom para la era digital; una flexibilización de su aplicación en la planificación de la ruta del aprendizaje, por la comprensión de que cada estudiante es un ser único y irrepetible, así siendo su estilo de desarrollo integral, y aprehensión de los conocimientos.
Las destrezas del siglo veintiuno, destrezas suaves, exigen otro manera de adquisición del conocimiento: incluyendo actividades de trabajo en equipo, liderazgo, emprendedurismo, tolerancia al error, todas habilidades implícitas en la jerarquía de recordar, comprender, aplicar, analizar, evaluar y crear.
Esta organización mental en el pensamiento critico y el discernimiento, y la consciencia de ella, aporta al perfeccionamiento del crecimiento integral del ser. Los primeros pasos en la observación del aprendizaje fueron dados por Jean Piaget, quien fundó la metodología constructivista. De allí, los pedagogos filósofos han distinguido las etapas de adquisición del pensamiento, incorporándolos a sus visiones y metodologías. Todos gozan de una jerarquía, y un proceso lógico de crecimiento. La taxonomía de Bloom le pone nombre y apellido, para así guiarlo.
El docente comprende que el camino al conocimiento es estructurado; los verbos de recorrer tienen jerarquía, un camino lógico que encamina al estudiante. No es simplemente planificada una actividad porque fuese lúdica; tiene una secuencia congruente y coherente en el desarrollo del la carrera académica del alumno, de su grupo, de su clase, del centro educativo y del país.