Beatriz Villarreal - ¿Están las mujeres cambiando el mundo?
Este 2018 ha sido el año de las protestas de las mujeres contra el bullying, el acoso sexual y las agresiones en Hollywood, Cannes, España y Argentina, entre otros muchos lugares del mundo. La lucha contra el machismo de susurro se convirtió en un grito. Pues acabar con más de 2.000 años de machismo es una enorme e histórica tarea. El “Me too” resultó ser un motor de cambio social que lo debilitó aún más. Más que una lucha contra la economía se convirtió en una lucha contra el mundo del silencio. Reinvindica los Derechos humanos de las mujeres: la libertad y la igualdad. Un importante ejemplo ha sido el Festival de la Canción Eurovisión en Europa. La ganadora del festival dio un mensaje contra el acoso y el bullying. Este es al ambiente que se da en ese continente ante la evidencia y denuncia diaria de muertes y abuso sexuales que sufren las mujeres en manos de los hombres en muchos países que aún no denuncian. Los contenidos de las canciones en este festival fueron novedosos, incluyeron las diferencias y a las minorías (negras). La ganadora es una israelí superviviente de las agresiones y ofensas por ser diferente (gorda). Esto demuestra un cambio significativo en una Europa extendida que incluye a Israel. Es una Europa diversa y compleja, reinvidicativa y feminista. La ganadora representa un cambio de mentalidad, con un perfil democrático a pesar de la política de Netanyahu.
Para el parlamento europeo la lucha de las mujeres tiene que darse en el campo político también, al igual que en el social y el legal. Considera que en el ámbito del poder es donde se cambian las cosas, pues es donde se legisla y se hacen las leyes. Este nuevo enfoque determina cumplir las leyes y los convenios internacionales. “El Convenio de Estambul” de 2014 define el delito contra la libertad sexual entendido como las acciones realizadas sin consentimiento de las mujeres. Es el primer instrumento en Europa que fija normas jurídicas vinculantes u obligatorias que tiene que ser acatadas por los países firmantes para prevenir concretamente la violencia por razones de género para proteger a las víctimas y castigar a los autores. Tras la firma por parte de la Unión Europea del convenio en junio de 2017, es necesario que el Parlamento Europeo conceda su aprobación a la adhesión a este convenio. Los Estados hasta ahora en sus códigos legales no han incorporado todavía lo referente al no consentimiento de las relaciones sexuales por las mujeres, aún dentro del matrimonio, de las parejas de hecho o a las relaciones casuales. El Código de Estambul se refiere a la falta de libertad sexual de las mujeres. Establece penas contra la violencia sexual y la intimidación.
La representante española Beatriz Becerra ante el Parlamento Europeo considera que lo que se ha dado es una banalización de las relaciones sexuales. Han sido convertidas en una práctica de ocio. Tener relaciones sexuales consensuadas, libres, sanas e iguales es diferente a ser un juguete de algunos. El papel de la educación es fundamental, la prostitución es trata de personas que deshumaniza y cosifica al que recibe. Para esta eurodiputada la prioridad es lograr fortalecer la persecución de los proxenetas y penalizar el consumo de los clientes. Se tiene que definir si la prostitución es una profesión aceptable o no. Hoy la prostitución es legal. En algunos países se está luchando contra esto.