Juan Callejas - Educación, el paradigma del siglo XXI Padres de Familia como actores fundantes (1).
Los padres de familia. Padre y madre, cada uno en su rol y como pareja, son vitales en todo el proceso de vida desde la concepción e infancia, pasando por la niñez y etapas de vida hasta ser adultos. En todo este proceso, la atención a la educación y formación para la vida individual de sus hijos y su sana convivencia en sociedad es fundamental. La idea de que uno nunca de ser padre o madre, acuñada en la sabiduría popular se sustenta empíricamente muy bien.
Desde mi experiencia personal como hijo de un padre y una madre que se ocuparon de su familia, es claro lo que cada uno y juntos pudieron modelar, formar y sentar como bases de muchos de los criterios de vida que hoy practicamos, en quien escribe y en tres hermanos hombres y una mujer – la mayor – , quienes constituimos una familia nuclear que se ha multiplicado aportando al mundo, hombres y mujeres de bien.
Puedo testimoniar el inmenso valor que ha tenido para mi matrimonio, muchas de las formas de ser que con gran amor y sacrificio de vida mis padres trasladaron me trasladaron, de la misma manera que los padres de mi esposa trasladaron en ella, y todo esto sin duda, han sido base y fundamento para el desarrollo de nuestra familia de ocho hijos – cinco hombres y tres mujercitas – a la que se han agregado producto de sus propios matrimonios, tres adultos más y ocho nietos. Por supuesto y aclaro, una familia normal con sus propios problemas y soluciones, pero siempre con la vista puesta en avanzar positivamente hacia el futuro, buscando ser felices y vivir paz y armonía con la claridad de que hemos de contribuir a dejar un mundo mejor del que encontramos.
Por otro lado, no puede escapar a nuestra comprensión y análisis, grandes hitos históricos que afectaron positivamente, por un lado, pero quizá negativamente a la luz del presente siglo, la forma en la que la humanidad ha venido desarrollándose y dando paso a la post modernidad que aun forjamos y tratamos de encontrar con sentido para la vida de la especie humana sobre la tierra. Hitos que han afectado las condiciones de vida de nuestras familias actuales.
Desde la perspectiva de lo que entendemos como “La modernidad”, es decir ese espacio de tiempo y hechos que hace referencia a los procesos sociales e históricos que tienen sus orígenes en Europa Occidental a partir del Renacimiento, cuando se antepone la razón sobre la religión. Se crean entonces, instituciones estatales que buscan que el control social esté conducido y limitado por una Constitución y a la vez se garantizan y protegen las libertades y derechos de todos como ciudadanos. Se industrializa la producción para aumentar la productividad y su economía; y, finalmente, es una etapa de actualización y cambio permanente.
La Modernidad es entendida como un proceso de cambios que buscan homogeneizar a la sociedad. Da paso a la creación de individualidades y permite que los hechos y objetos se hagan de conocimiento y apropiación universal. El paradigma de la “competencia” desde una perspectiva economicista cobra preeminencia por sobre la cooperación.
Durante el Renacimiento y los primeros pasos de la Modernidad perdurará la impresión de que la fuerza económica, social, política y militar de un país está estrechamente vinculada al tamaño de su población, y que por tanto debe estimularse por todos los medios posibles el aumento de la misma. Los filósofos del siglo de Las Luces (s. XVIII), Montesquieau, Rousseau y Voltaire serán todos decididamente pro natalistas.
A finales del s. XVIII se producirá la rotura de esta tendencia en la polémica que más influencia tendrá hasta la actualidad en el desarrollo de las teorías sobre el “problema de la población”. Es la polémica Godwin – Malthus. Malthus establece y vende la idea de que el análisis de la evolución social y económica de la sociedad, debe llevarnos a la siguiente conclusión:
"La capacidad de crecimiento de la población es infinitamente mayor que la capacidad de la tierra
para producir alimentos para el hombre. La población, si no encuentra obstáculos, aumenta en progresión geométrica. Los alimentos tan sólo aumentan en progresión aritmética. Basta con poseer las más elementales nociones de números para poder apreciar la inmensa diferencia a favor de la primera de estas dos fuerzas".
“Las ideas de Malthus fueron adquiriendo fuerza a lo largo del siglo XIX, a medida que se agudizaban las contradicciones económicas y sociales de la revolución industrial, y la miseria y la explotación aniquilaban las masas obreras.”