Cesar Sagastume - Preparar a la ciudadanía para votar; debe ser ineludible
Elecciones libres; sin recompensas al financiamiento ilícito a caudillos, sin paternalismo y sin pagar favores de campaña otorgando cargos de gobierno
En un país como el nuestro donde se vulnera la libertad ciudadana para elegir a sus autoridades para el beneficio de todos y que trabaje para fortalecer la democracia, se hace necesario educar a la ciudadanía para saber elegir a los más aptos para que inviertan correctamente los impuestos que paga el soberano y atender a los ciudadanos con servicios de calidad. Es momento de evitar que cualquier tirano venga nuevamente a exprimirlas riquezas del Estado, abusando de su autoridad desde la explotación de los recursos naturales hasta la imposición de grandes salarios-mas-bonos, que insulten la dignidad del proletariado, justificándolos a su conveniencia, sin importar las deplorables condiciones de pobreza en que vive la mayoría.
Las fuerzas políticas seguirán argumentando que son los servidores del pueblo, pero cuando llegan al poder descubren que es mejor mantener en la ignorancia al pueblo, para abusar de su dignidad y mantenerlo oprimido, situación que le permite hacer dinero fácil, a costa de sacrificar la educación, la salud y el bienestar del pueblo, que al final es el que le otorga el poder mediante el voto, que debe ser libre y meditado para tener una patria libre, soberana y democrática que mejore las condiciones de vida de todos.
A dieciocho meses de estar en el escenario político, se visualizan las mismas estrategias perversas para volver a vivir elecciones viciadas y manejadas por los que ostentan el poder y seguir con el círculo vicioso de las componendas perversas para servirse del pueblo
El manejo de las leyes por los políticos rapaces y estructuras criminales de los mismos, que arman sus partidos políticos con el argumento que ellos llegan al poder porque el pueblo los elige, pero a costas de vender sus principios éticos utilizando procedimientos desde la compra de votos, de manipular al electorado, alienar a los ignorantes, hasta aprovecharse del hambre y la pobreza, ofreciendo pan y circo, haciendo creer que las elecciones fueron en el marco de la democracia, que al final está salpicada con los mismos procesos fraudulentos que usan los mercaderes de la política perversa.
Es momento que el pueblo no se deje engañar nuevamente por estos rufianes, que empleando todas sus artimañas queriendo nuevamente asaltar el poder para tener otros cuatro años manipulando al Estado, de repetirse la historia. Se llegará el momento que el pueblo se levante nuevamente para sacar del poder a los que se sirven del pueblo; ya es tiempo, de comprender que el juego de elecciones democráticas para elegir a los gobernantes debe hacerse con la limpieza moral y ética que demanda la democracia plena.
Es hora que todos capacitemos a los que no sabe emitir el sufragio legal y sano; los maestros, deberán cumplir con esta misión de enseñar el don de elegir y ser electo, las universidades, las iglesias, ONGs afines y otras organizaciones afines, que promuevan la emisión del sufragio honesto, para hacer un ejercicio limpio, pero sobre todo es insoslayable para los que tiene esa responsabilidad; el Tribunal Supremo Electoral, que debe invertir en contratar profesionales con ética y moral cívica para que incursionen hasta las comunidades más lejanas y capaciten a los ciudadanos cómo deben emitir el sufragio de manera correcta, sin ser presa de tendencias criminales, cuando tienen en sus manos las cinco boletas para elegir al presidente, diputados distritales, diputados del listado nacional, diputados al PARLACEN y Alcaldes municipales.
Los ciudadanos que se cree dignos, las empresas que han aportado recursos financieros a los partidos para pagar fiscales, deben invertir de mejor manera esos millones de quetzales para capacitar a los ciudadanos y no suministrar cantidades significativas de dinero para sacar provecho de esas regalías con etiqueta de devolución sospechosas al mismo Estado. Este es el momento de trabajar unidos para hacer que esta vez se elijan las mejores opciones para gobernar y evitar lamentarnos otros cuatro años, al no darle el poder a los hombres más dignos, honorables, aptos y probos, para que dirijan los destinos de esta gran nación.
