Werner R. González - Macroeconomía guatemalteca y perspectivas para el 2019

Deuda pública, inflación y empleo tres dolores de cabeza de toda economía.

En el entorno de la región centroamericana, con excepción de Panamá, Guatemala es el país con la mayor economía expresada por medio del macro indicador PIB. El cual, se puede medir tanto por el ingreso de todas y cada uno de los ciudadanos; como igual, por medio del gasto per cápita de la misma población.  De conformidad a la variable ambiental y su inclusión en las contabilidades nacionales de los países,  investigaciones realizadas indican que el PIB debe ser fortalecido en su construcción. Aunque reconocen que sigue siendo el índice más utilizado internacionalmente en la medición de las economías locales. 

A este respecto de la importancia de robustecer el PIB, es alentador conocer que la Junta Monetaria (JM) aprobó en su sesión del pasado miércoles cinco de septiembre cambiar el año base; sobre el cual, se calcula el crecimiento de la Economía. El año base será el 2013 y ya no el 2001, considerado hasta ahora. La nueva metodología entrará en vigor a partir del primer cuatrimestre del próximo año 2019. “Existirá  una nueva técnica para hacer la medición de los sectores productivos y se incluirán otras variables para tener mayor cobertura” afirmó Sergio Recinos presidente en funciones del Banguat. “Se medirá la economía informal como una de las innovaciones del proceso”, concluyó el funcionario. 

Aunque la macroeconomía guatemalteca se mantiene estable con buen nivel de divisas en las arcas patrias. Signo alentador de estabilidad que mantiene al país en niveles sostenibles ante el indicador: Riesgo País.  Esto  no es suficiente,  ya que la fuente de riqueza real «el trabajo digno» refleja una tasa alta de desempleo formal, especialmente en el segmento productivo de jóvenes. Quienes, actualmente, se ahogan buscando llevar sustento a sus familias desde la informalidad o economía subterránea. El 67.6  por ciento de las personas ocupadas a nivel nacional trabaja bajo este sistema, el 26.7 por ciento de trabajadores en el segmento joven tiene contrato de trabajo. Pero la tasa de subempleo registrada para el año 2017 fue de 11.1 por ciento. (Prensa Libre 1 de junio de 2018).  Estas cifras generan una descompensación en el ambiente social y económico del país.

Un atenuante a esta realidad de falta de empleo en Guatemala, son las remesas familiares, cuyo envío a las familias guatemaltecas continúa a un ritmo creciente.  “En agosto 2018, el indicador creció un doce por ciento respecto al mismo período del año pasado, 2017”. Banguat. La importancia de los estudios debería radicar en la orientación familiar para el mejor uso productivo de los recursos de la remesa.


Con el breve y, tal vez, escaso bosquejo anterior, las perspectiva macroeconómica de Guatemala para el año 2019  se percibe estable especialmente si el crecimiento económico en el contexto internacional se mantiene en las proyecciones del Banco Mundial; sin mayores altibajos (±0.5)  alrededor de un moderado 3.5 por ciento. Pero más significativo es la relación del dólar americano respecto a su valor expresado en la tasa de cambio. Ya que Estados Unidos de América al ser, junto a Centro América,  nuestro principal socio comercial cualquier variación en su moneda afecta importantemente la relación de balanza comercial de nuestro país. Afectando las importaciones por el lado de la apreciación del valor del dólar; o las exportaciones, por el lado de la depreciación (US$). En el mismo orden de ideas, cambios en el precio del dólar americano produciría ajustes en el flujo de la moneda guatemalteca  dentro de la relación circulante quetzal-dólar en el mercado guatemalteco, que podría tener efectos en los niveles de inflación. Esperemos que el contexto macroeconómico mundial siga el curso normal proyectado, sin mayores disparidades.

Mientras que las perspectivas por el lado de la microeconomía no son tan halagüeñas ya que el robusto  crecimiento macroeconómico guatemalteco no se refleja en la generación de Mipymes participando activamente en el crecimiento del Producto Interno Bruto Nacional. Consecuentemente, hay pérdidas de fuentes de trabajo y desaprovechamiento escalonado de potenciales emprendimientos  (artesanías, turismo por la vía de senderos ecológicos, agricultura familiar. Etcétera) que podrían generarse en el interior del país. En este sentido, la falta de iniciativa emprendedora  «Ley de Competencia» para impulsar el desarrollo de Mipymes es uno de los factores que tiene ahogado al sector joven, entre 15 y 29 años, en la informalidad. Es importante que el entorno nacional ofrezca oportunidades de desarrollo.

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