Un consejo para los jóvenes por Juan Gregorio
Este es un consejo para los jóvenes, especialmente para los jóvenes recién graduados en educación media, quienes con mucho sacrificio lograron graduarse de Maestros, Peritos Contadores, Secretariado Bilingüe, etc. con todas las ilusiones de colocarse en el campo laboral para lo cual estudiaron. Pero esas ilusiones a veces se desploman cuando se dan cuenta que no hay espacio para ellos en ningún lugar, porque las fuentes de trabajo son muy pocas.
Si tú eres uno de ellos, te quiero dar un conejo: si puedes seguir estudiando, perfecto; pero si no, busca otras alternativas, aunque no sean de tu carrera, con una disposición a entrarle a trabajar en lo que sea, mientras llegue la oportunidad de trabajar en lo que estudiaste. Algunos jóvenes así le han hecho y les ha ido de maravillas.
Por ejemplo: conozco un joven que tiene dos años de haberse graduado. Hijo de una familia de escasos recursos y sin amistades que pudieran ayudarle para colocarse en un trabajo de su profesión. Se puso a trabajar con el machete en la agricultura. A eso se dedica su familia, ganando Q.50.00 diarios. Logró reunir el dinero para comprarse una motocicleta. Ya teniendo la motocicleta, en la parrilla de la misma, le puso una caja, y se dedicó a vender tomate en las aldeas, casa por casa, en cuyo negocio hacía no menos de Q.150.00 diarios. Con ese dinero de los tomates compró cuatro cerdos pequeños para engorde. Al mismo tiempo fue con un señor para que le enseñara como matar y destazar un cerdo. De manera que, a los cuatro meses, cuando sus marranos ya estaban listos para el destace, él mismo los destazó, y vendió la carne por libra a sus mismos clientes de los tomates. Un marrano que lo podría vender a razón de Q.8.00 la libra a los compradores, él vende a Q.20.00 la libra. Ahora también compra marranos para el destace. Él sueño de él es hacer una crianza de marranos en grande. Este joven tendrá actualmente unos 24 años de edad, y ya acompañado felizmente con su esposa.
Otro ejemplo: una señorita que se graduó de enfermera, no podía conseguir trabajo en el campo de su profesión, un día se le ocurrió vender café temprano en la mañana en la esquina de una calle del pueblo donde vivía. Para su sorpresa, se le juntaba mucha gente tomando café en su negocio de la calle. Al ver que su clientela iba creciendo, alquiló un local en la vecindad. En pocos años, ya tenía una cadena de cafeterías en varios pueblos vecinos. Se olvidó de su profesión de enfermera y se volvió una negociante exitosa.
De manera que, a la vida no hay que entrarle por el lado fácil sino por el lado duro, ni lamentarte por no conseguir los sueños que te habías trazado; algo mejor puede haber para ti. Pero hay que entrarle a lo que sea, y tener iniciativa propia. Pero sobre todo, hay que buscar la dirección de Dios a través de la oración, de la lectura de la Biblia, asistir y participar en una iglesia cristiana. Estos dos jóvenes de los ejemplos que te puse, son muy temerosos de Dios. Dios es amor y fiel. Él quiere lo mejor para tu vida.