Caso: La violencia y el dopaje en el deporte por José Manuel Prado Abularach
Sin importar el deporte que practiquemos es necesaria la constancia y la disposición física a sufrir en cualquier momento una falta de fuerzas para continuar, el decaimiento moral o una lesión que nos impida un buen rendimiento e inclusive el tener que suspender temporalmente la práctica del mismo.
Utilizar la violencia para ganar un encuentro deportivo de contacto, como futbol, basquetbol, futbol americano, etc. Sucede cuando el director técnico de un equipo utiliza la estrategia del castigo con golpes fuertes al otro contendiente o equipo para someterlo, bajándoles la moral o crearles el miedo a las lesiones, y así poder obtener la victoria. Fruto de la violencia provocada en el deporte, son los graves “accidentes” que inclusive la ha costado la vida a muchos deportistas en el mundo. Afecta inclusive las amenazas y objetos que les lanzan a los jugadores desde los graderíos.
Algunos entrenadores, directivos de equipos y deportistas, saben que todo atleta de cualquier deporte, puede tener recaídas o límites en sus rendimientos, motivos por lo cual recurren ilegalmente al dopaje o bien son tolerantes con los que se dopan por los beneficios económicos y de “gloria” que consiguen. El uso de sustancias químicas para mejorar el rendimiento constituye una seria amenaza para la salud de los mismos atletas. En los deportistas de ligas mayores y de elite, ha surgido la opción en el uso de ese tipo de sustancias, que ponen en grave e injusta desventaja a los atletas y jugadores limpios, inclusive los récords deportivos al ser descubiertos carecen de validez y las medallas les son quitadas, sin importarle al dopado, el riesgo de muerte que su situación anormal conlleva.
Las pruebas de dopaje en forma selectiva a los participantes en todos los deportes, ha descubierto a muchos grandes deportistas, que verdaderamente no necesitaban las drogas para triunfar, pero por querer prolongar en el tiempo su estrellato, las usaron y han sufrido graves vergüenzas públicas y han sido un mal ejemplo para la juventud. Por el irrespeto a sus cuerpos por los efectos secundarios de esas drogas, la ambición desmedida por el triunfo y el dinero que se gana con ello orienta a algunas personas a pensar que para hacer dinero y lograr el triunfo todo se vale, sin importar a quienes se daña o se daña ella misma. Muchos han pagado su ambición con la muerte o lesiones permanentes en su organismo. A otros les han quitado medallas olímpicas, hombres y mujeres.
En el atletismo en Guatemala, mi primera experiencia fue con un compañero de atletismo, que fue el primer caso de dopaje y muerte de un atleta en 1962, había sido seleccionado y participó en los Juegos Centroamericanos de Jamaica, era un hombre que pesaba 160 libras y cuando falleció en el Hospital del Seguro Social estaba pesando 85 libras. En ese tiempo éramos jóvenes directivos de la Federación de Atletismo y formamos una comisión, para investigar el origen de la droga tomada, en declaraciones del mismo atleta y otros asistentes a los J:C de Jamaica, en el IGSS, implico a un entrenador y otros deportistas. Desafortunadamente el Comité de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala, ignoró maliciosamente el informe de la investigación y la muerte del maratonista.
Otros atletas guatemaltecos del ciclismo han fallecido por dopaje, en el fútbol hay casos concretos de la liga mayor que dieron positivo en los controles antidopaje durante los años 2006, 2007, 2008, 2011 y 2012.
Un tirador guatemalteco en los juegos centroamericanos de 2002 fue despojado de dos medallas de oro por haber dado positivo en el anabólico estanozolol, se declaró confeso por ello. El guatemalteco ganador de la vuelta a Guatemala, en el 2004, dio positivo en el uso de drogas durante la misma, fue despojado del título, después de la premiación. Un maratonista guatemalteco, en el Mundial de Atletismo, efectuado en Moscú en agosto de 2014, logró el 33 lugar, y se le comprobó el haber utilizado eritropoyetina, una droga que le fue descubierta en la prueba de antidopaje.
En los Estados Unidos, a una atleta velocista le fueron retiradas cinco medallas ganadas en los juegos Olímpicos de Sydney-2000, otro campeón olímpico de 100 metros canadiense fue castigado en la misma forma, más de 80 beisbolistas de las Grandes Ligas de USA han hecho sus confesiones públicas. Todos ellos confesaron sus graves faltas, después de investigaciones federales, que descubrieron inclusive a los traficantes de las drogas que utilizaron, entre los cuales se encontraron Laboratorios BALCO de California. Forman parte de la mafia del dopaje, científicos investigadores, que procuran encontrar drogas que no sean detectables por los métodos de antidoping.
Guatemala, necesita referentes exitosos en los deportes, que sean ejemplo para las generaciones jóvenes, para que impulsen sus deseos de ser buenos deportistas, e inclusive nuevas estrellas del deporte. Los atletas que se drogan saben perfectamente lo que están tomando y el riesgo que corren en su salud, la ambición mala de lograr éxitos los convierte también en encubridores de los traficantes de las drogas en el deporte. La culpabilidad sobre el uso de drogas implica también a las exigencias de los patrocinadores, federaciones, medios de comunicación que les demandan resultados que físicamente sin drogas para los atletas son imposibles de alcanzar.
La experiencia de un deportista que fue exitoso en los eventos, pero utilizando drogas, fue comentada en una entrevista, en la cual muestra la vergüenza que pasó al ser descubierto, en primer lugar con su familia, los aficionados, amigos, y el tener que devolver trofeos ganados, vergüenza por los comentarios de la prensa, problemas depresivos, y da gracias a Dios, por haber salido con vida de una experiencia que lo sacó del deporte federado. Dice que sería el peor error, decir que se pueden burlar los controles antidoping, debido a que la tecnología actual con ciertas drogas no lo permite.
Caso utilizado en el curso de Ética Profesional, de la Facultad de Ingeniería de la USAC.