La utopía ambiental de Kim Robinson. por Beatriz Villarreal
El escritor norteamericano Kim Robinson se dedica a cultivar el género de la ciencia. Lleva muchos años intentando imaginar un escenario plausible y optimista para el futuro, pero afirma que no es fácil. El problema es amplio y complicado de aprehender. Para Robinson “la economía mundial existe actualmente como una “enterprise” (emprendimiento) capitalista obsesionada con el lucro, y la mitigación del cambio climático no siempre es una actividad lucrativa. Estas actividades no siempre tienen las tasas de retorno más altas, y el mercado dirige el capital siempre a lo que le permita los márgenes más grandes” (2019). Lo que es contradictorio para los intereses del ambiente es proteger indefinidamente la vida a cambio de nada. Ante esto, propone hacer y contar una serie de historias posibles de llevar a cabo que estén ubicadas en un futuro cercano, que describan una serie de eventos que tomen en cuenta el mayor detalle posible de la crisis ambiental y dé salidas posibles, que los lectores pueden imaginar y decir que es una manera de que las cosas pueden ocurrir. Por lo que es importante preguntarse si tales sueños pueden ser realizados y puedan salir bien. Y si son políticamente y humanamente posibles.
El Acuerdo de París fue un gran logro en la historia humana, pero no se ha encaminado ni siquiera a las metas que se plantearon. Se ha sobrepasado en todo. Cada año se está quemando más carbono, esto es lo que la convierte en algo contrario a una utopía. Lo que obliga y hace más interesante buscar resultados más positivos, poniendo en práctica medidas específicas. Tratar de darle espacio a lo posible y permitirle ser. Construir cambios de abajo hacia arriba, donde colectivos pequeños o individuos toman acciones a nivel muy micro. Pueden ser realizados por individuos o por hogares. O medidas nacionales o internacionales con tratados y leyes en los que tecnócratas, diplomáticos y expertos tienen un rol protagónico. Ambas opciones deben de ser tomadas como válidas. Un ejemplo de la combinación de ambas vías es el Green New Deal o el “Acuerdo de Inversión en Energía y Tecnología Limpia” en Estados Unidos para lidiar con el cambio climático, propuesto por los Demócratas, resultado de un acuerdo entre de un grupo del Partido Demócrata y de personas particulares. Ambas lecturas son válidas. Es una de las razones por las que se considera a esta ley como importante y merece el apoyo. Y puede ser vista como una historia de ciencia ficción, pues es necesario tener visiones como estas.
Para Robinson el lenguaje es el mecanismo para transmitir ideas complejas como el cambio climático, reconociendo el poder de la ciencia, siempre regresamos al lenguaje, cuando queremos explicar algo y comunicarnos. La ciencias demostró que el clima está cambiando, no el cerebro humano. No es una máquina perfecta para pensar como afirmaba la Ilustración. Somos susceptibles a errores. El problema ambiental se ha convertido en el tema del momento en todo el mundo por lo que nadie puede sentirse solo en la acción climática. Y esto es lo que hace más realizable una utopía ambiental, según este autor.