¿Gradas o no gradas? ¡Ese es el dilema! por Julio Hernández Estrada

Mi padre siempre soñó con una casa de dos niveles. La última casa que construyó, la hizo de dos niveles. Sin embargo, los arquitectos le recomendaron no hacerla, porque en la tercera edad, es mejor, dicen los arquitectos, no tener que subir gradas. O bien, en caso de utilizar silla de ruedas, es mejor, hacerlo en un solo nivel. Desde luego que es más práctico, y con puertas amplias para que pasen las sillas de ruedas, en caso, la pareja las utilice. Por largo tiempo, viví convencido de esa idea. Me construí una casa de varios niveles, aunque son medios pisos, hay que subir y bajar, muchas gradas cada día. Últimamente he estado cavilando sobre la posibilidad de construir una casa de un solo nivel, para evitar subir y bajar gradas. De casualidad, me encontré con un arquitecto, con una diferente idea de la vida. Me dijo, al contrario, Julio, es mejor hacer el esfuerzo, de subir gradas diariamente. Eso lo mantiene a uno activo, sano, capaz. Si, a los viejos se les evita hacer movimientos mínimos, se le condena a la invalidez repentina.  Yo cometí el error, de poner una sirvienta o servidumbre a mis padres cuando eran adultos mayores, para que descansaran, no hicieran nada. ¡Craso error! Les condene a no hacer ejercicio cada día. Por mínimo que sean los movimientos diarios, es mejor hacerlos que estar sedentarios. Los problemas fisiológicos y mecánicos, de un viejo, se atrofian, si están sentados todo el día. Los quehaceres domésticos, les mantiene activos.

En los Templos del Shaolin, en China, y en todos los templos budistas del mundo, barrer todos los días significa, por un lado, meditación y por otro, ejercicio rutinario, mover los músculos, evitar que los huesos se debiliten con la atrofia muscular.  Con ese ejemplo, barro todos los días, las hojas secas caídas, en época de invierno y verano. Subo y bajo grados, por cualquier cosa, sin proponerlo. Y estoy consciente que es mejor eso, que estar sentado, viendo televisión todo el día. Los movimientos intestinales, agradecen moverse. Todo funciona mejor. A veces, por hacer un favor, se producen resultados contrarios a los previstos. Salir a la calle, ir a la tienda más cercana o medianamente lejana, a comprar pan, tortillas, leche o huevos, es más sano que ir al supermercado a comprar todo para la semana o el mes. Se tiene también beneficios emocionales, al saludar todos los días al tendero, los vecinos, los transeúntes, etc. Mantener el contacto comunitario, produce beneficios mentales, físicos, emocionales y espirituales. Poner atención en las personas, preguntar por los que no ve ese día, estar atento a sus padecimientos, sufrimientos se desarrolla la empatía, necesaria para la espiritualidad. Sentir la brisa fresca cada mañana, notar el cambio de temperatura, a medida que transcurre el año, emitir opinión sobre el clima, quejarse o manifestar satisfacción con el clima, y compartir con vecinos y amigos, es un placer destinado a pocos. La mayoría de personas de tercera edad, están confinados en sus casas, en casas de retiro o en el cementerio.

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