Juan Callejas Vargas - Educación, el paradigma del siglo XXI
Un fraternal abrazo a los lectores de este espacio y por supuesto a los creadores del mismo, puesto que se abre una forma más de este nuevo e infinito mundo de posibilidades que, las nuevas tecnologías permiten para contribuir con ideas, pensamientos, inquietudes y propuestas de valor a sumar en la construcción de una nueva sociedad mundial. Dios lo permita, siempre humana, siempre anclada en su futuro y fraternamente viva.
He decidido dedicar 100% del tiempo y el espacio de esta humilde contribución al tema educativo, situándole además como “el Paradigma del Siglo XXI”, puesto que, después de 67 años de vida y extraordinarias y muy gratas experiencias en diferentes campos personales, familiares y de relaciones de diferente tipo en los tiempos que me ha tocado vivir, no puedo estar menos convencido de que es la Educación la llave del pasado, presente y futuro del ser humano individual, de la familia con ente primario de nuestra socialización y de todas las formas de sociedades intermedias entre el individuo y el Estado; sociedad intermedia en las que podemos convivir y cooperar para el cumplimiento del mandato de multiplicarnos, fructificar y gobernar la tierra.
Estoy seguro que para muchos ciudadanos del mundo, este tema, la educación, reviste de gran importancia y es por eso que, desde ya, les animo a generar un intercambio respetuoso, constructivo, polémico y disruptivo sobre el tema. Soy un convencido de que, de las conversaciones, intercambios; debates y hasta acaloradas discusiones, surgen ideas de valor que, con energía y diligente traslado a la vivencia, pueden contribuir a crear un mundo nuevo en el que pongamos en práctica las nuevas ideas de aprender a aprender y de aprender a vivir juntos, ambos ya expuestos por muchos estudiosos de la pedagogía, como los dos grandes objetivos que la educación en estos tiempos de postmodernidad debe perseguir.
Anímese y atrévase a pensar, atrévase a opinar, atrévase a disentir. Sus pensamientos y criterios son tan validos como los de cualquier experto y así serán vistos y valorados en este espacio. De mi parte, le comento, no soy ningún experto en educación o en algunas de sus ramas; soy simplemente un ciudadano que ha vivido en lo personal y en lo familiar, el extraordinario impacto que la educación de mis padres en casa, la educación de mi convivencia en una familia ampliada y luego, le educación formal en todo el proceso desde la escuela primaria, pasando por la secundaria completa y hasta llegar a la universitaria y de post grado ha tenido en mi vida.
Igualmente, soy fiel testigo de inmenso valor agregado en mi vida por los tópicos de educación espiritual que la iglesia ha tenido y mi convivencia con grupos de la sociedad civil organizada en diferentes campos de servicio, incluyendo el área política, y en los cuales he tenido oportunidad de realizarme. Igualmente, valoro el inmenso aporte que empresarios internacionales y nacionales agregaron en mi vida personal y familiar, con inversiones mutuamente beneficiosas en programas de capacitación del más alto nivel técnico en diferentes ámbitos de especialidad de negocios.
Es basado en esta experiencia educativa que estaré buscando trasladar en este espacio una forma de pensar; forma de pensar que busca animar el dialogo social con quienes puedan estar interesados en contribuir para que Guatemala se oriente hacia un cambio de enfoque que nos permita crear un nuevos Sistema Educativo desde párvulos hasta el doctorado, de tal forma que siendo pertinente e incluyente en nuestro estado multinacional, le permita a nuestros hijos y nietos la opción de tomar una oportunidad para ser verdaderamente libres y dueños de sus vidas.