Julio Hernández Estrada - El deber ser; la geopolítica de Estados Unidos de América
Mike Pence, vicepresidente de los Estados Unidos de América, se reúne con presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, y reitera la política de cero tolerancias a la migración ilegal. Esta es la intención y obsesión de Donald Trump. Mike debe repetir el discurso oficial de la Casa Blanca. Parece, una verdad de Perogrullo. Es como decir, basta con el contrabando. Cero tolerancias. Pero, estas actividades ilegales son las más rentables, en el caso del contrabando. En asuntos de migración, el principio económico es un mejor salario, o bien, un empleo, para empezar. Últimamente, es cuestión de vida o muerte. O te vas, o te matan. Ya no importa si te matan en la frontera, al menos perseguías un sueño. Mike Pence parece una buena persona, en realidad lo es. Pero tiene que secundar el discurso oficial. Tiene que decir esa intención contradictoria estadounidense, porque, por otro lado, ese país recorta la ayuda económica. El 40% de las exportaciones de Guatemala, van a Estados Unidos de América, y el 95% del banano. En materia de migración el 99% va ese país. Las fronteras, siempre han sido porosas. Existen muchos pasos ciegos, que son cruces ilegales. La gente siempre busca y encuentra la manera de llegar, desde tiempo bíblicos. Dice Mike, que la migración es un asunto de seguridad para Estados Unidos de América. Ellos, tienen que cuidar que no entren ilegales. Y Centroamérica, debe cuidar sus fronteras, para que no salgan ilegales. ¡Que complicado! Es como pedir peras al olmo.
Mike Pence, correcta e ingenuamente, pide a presidentes, crear prosperidad en países del Triángulo Norte de Centroamérica, cuando su país ha sido causante del atraso económico, social y político. Hay olvidos intencionales, de la historia, y reclamos fuera de lugar. Por otro lado, ninguno de los tres presidentes del Triángulo Norte, se atrevió a desafiar la visión de ese país del norte. Todos bajaron la cabeza y aceptaron el regaño. Así es la política, cuando se tiene hambre, y se es parte de la corrupción. Con gran acierto, Mike enfatiza la corrupción como el flagelo que empuja la migración ilegal. En este aspecto, nadie se comprometió a combatirla. Aunque los tres presidentes señalaron que están haciendo un gran esfuerzo en combatir la corrupción, las cifras señaladas por Pence, dicen lo contrario. No están haciendo esfuerzos, para reducirla, sino para incrementarla. En eso, si han triunfado los presidentes. Para que la retórica se torne compromisos serios, deben los tres presidentes evitar legislaciones pro-impunidad y colaborar con instituciones que combaten la corrupción, como la Cicig en Guatemala y su similar en Honduras. Todos callaron, la respiración se hizo pesada, entrecortada, sudorosa. En estos días, dijo Pence, narcotráfico y ejército, son la misma cosa. Ambos están infiltrados, dominan la política y la administración pública. En el corto plazo, nadie hará nada. No pueden y además no quieren. Salieron de la reunión chancleando, porque los zapatos, les quedan grandes.