Julio Hernández - Donald Trump; acorralado por su vida
No siempre sucede así, pero casi todas las religiones dicen que, si actúas mal en la vida, se revierte hacia tu propia vida. La vida, desde luego no es justa ni equitativa. Pero en cierta manera, algunas cosas, se revierten. Donald Trump, presidente de Estados Unidos de América, se encuentra en uno de sus peores momentos, donde su rabia y coraje, se tornan incontenibles, debido a los libros que se han publicado, relatando y narrando las atrocidades de sus decisiones y maneras de ser. Hace un par de días, se publica un artículo en el New York Times, uno de los dos periódicos que más se oponen y publican verdades sobre las malas decisiones del presidente Trump. El artículo es anónimo para el público, pero los redactores y editores del periódico conocen la identidad del ciudadano, aparentemente, subalterno del presidente. Trabaja dentro de la Casa Blanca, la cual califica de manicomio. Las decisiones del presidente, son irracionales e irascibles, indica este autor anónimo. Para fortuna del país, se formo un círculo de subalternos del presidente, que anulan la libre circulación de las decisiones presidenciales, en algunos casos, las retardan, en otros casos, las modifican, para minimizar el daño a la nación. Esos subalternos insubordinados, son unos verdaderos patriotas, además de valientes. Donald está furioso, lo cual no es extraño ni difícil. Por otro lado, acusa a Google de interferir la publicación de sus supuestos logros. Les acusa de publicar sólo cosas negativas de él. La nación e instituciones han respondido lenta y tibiamente, por no decir, temerosamente. ¿Hasta cuándo terminará la locura de Trump? No sé sabe. Los daños provocados por su temperamento, estilo de gobernar, visión del mundo, desprecios raciales e ignorancia enciclopédica, son enormes.
Dentro y fuera de Estados Unidos de América, la gente pensante, está segura, que tarde o temprano, el presidente será juzgado, quizás encarcelado, por los daños que ha infringido a su país y al mundo. El conflicto de intereses es palpable. Desde su función de la Oficina Oval, realiza negocios que riñen con su función pública. Viajes que ha realizado él y su familia, han sido de negocios, que hacen crecer su maltrecha fortuna. Desde que tomo posesión, ha estado más tiempo de vacaciones en campos de golf, que resolviendo asuntos de su incumbencia. Se menciona en artículos periodísticos, sobre su dependencia de la “Mafia rusa”, que le presto dinero por sus desaciertos financieros con sus empresas, ante la negativa de bancos de su país, de prestarle dinero. Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha insinuado las múltiples visitas a Rusia de Donald Trump, antes de ser candidato a la presidencia, y su predilección por prostitutas rusas, las que Putin, califica de “Las mejores del mundo”. Los casos judiciales con supuestas mujeres del mundo del cine porno, lo pierde cada vez más, especialmente por la rebeldía de su exabogado Cohen, que se ha declarado culpable en el manejo de los asuntos de Trump. Casi toda la camarilla, alrededor de Trump, esta siendo juzgado. Muchos de ellos, se declararon culpables de malos manejos, sugeridos y ordenados por su jefe, Donald Trump. El presidente se encuentra atrapado en sus propias arenas movedizas.