El pueblo decide el gobierno que merece por Luis Javier Crisóstomo
Los pueblos deciden el gobierno que desean respetando normas establecidas y aprobadas para orientar adecuadamente el proceso de elección de autoridades que se celebra cada cierto tiempo. Debe ser un proceso eleccionario que transcurra en paz, armonía, como un verdadero ejercicio democrático y con las esperanzas puestas en el desarrollo de los habitantes. El momento importante de elegir autoridades debe estar libre de presiones, terror, compra de voluntades, falsas promesas, derroche de dinero y manipulación de información para favorecer a algunos candidatos. Hay que escuchar a todos y que los pueblos hagan uso de sus formas creativas y tradicionales de hacer análisis de cada partido político y sus respectivos candidatos.
El hecho de que los pueblos eligen sus autoridades es parte de la autonomía de la que gozan. Sin embargo, en pueblos donde escasea la información acerca de cada candidato, qué partido político propone, cuáles son las alternativas de solución que proponen a los grandes problemas con que cuentan los pueblos y para la conservación de los elementos de la naturaleza. La elección de la mejor alternativa será con el objetivo de alcanzar mejores condiciones de vida, especialmente para los marginados y un ambiente libre de violencia. Además, la atención a las necesidades de distintos sectores toma importancia la representación de todos en los espacios de decisión para la respectiva solución.
En un proceso de elecciones aflora la diversidad de intereses, sin embargo, particular atención necesita la juventud, la niñez, la tercera edad, las mujeres y los que de alguna manera no han recibido atención por parte del Estado. En el caso guatemalteco, los partidos políticos deben proponer estrategias y acciones específicas que atiendan a los pueblos originarios que han permanecido al margen del enfoque de las políticas públicas. Los partidos políticos y la ciudadanía tienen que respetar la postura de cada sector y colaborar en la búsqueda de soluciones viables. La respuesta a los problemas es una oportunidad para vivir en paz, justicia y democracia. La violencia debe de estar ausente de un proceso eleccionario de manera que todos y todas puedan participar libremente.
En nuestro país, el panorama es complejo para elegir la mejor alternativa, a la fecha son alrededor de 25 partidos políticos, entonces es obligación de la ciudadanía enterarse de la propuesta de plan de gobierno que oferta cada organización. Por el momento, se oyen nombres de partidos políticos pero escasean programas de gobierno que cumplan con el mínimo de democracia y el bienestar de todos. Además, en un pueblo donde abunda el analfabetismo, la falta de información acerca de los partidos políticos, hay desconocimiento del perfil de los candidatos, es un cuadro que se presta a elegir al candidato menos indicado de hacer un buen gobierno, que sea democrático, que luche porque los servicios públicos sean de calidad, gratuitos y con cobertura para todos.
El pueblo decide el gobierno que merece, eso sí, toda vez que las condiciones sean favorables, ciudadanía bien informada, con alta escolaridad, esfuerzo y tradición para auditar el proceso eleccionario, crítico y constructivo al cuestionar los programas de gobierno que ofrecen los partidos políticos. No vale que un pueblo elija corruptos e inexpertos para conducir el gobierno que es de todos. Los pueblos de Guatemala tienen la oportunidad de iniciar cambios para el ejercicio de la democracia y el desarrollo para todos. El deber de elegir autoridades debe ser bien informado y meditado.